AUSTIN. El número de muertos por el tiroteo de la tarde del sábado en las localidades de Midland y Odessa, en el oeste de Texas, aumentó de cinco a siete, mientras que 18 heridos siguen hoy hospitalizados, entre ellos una bebé de 17 meses.
La Policía de Odessa informó esta mañana que dos personas más perdieron la vida en las últimas horas, a consecuencia de las heridas sufridas la víspera por el hombre armado, que de repente abrió fuego contra la gente al azar, al intentar escapar de las autoridades,
El sospechoso, un hombre blanco de unos 30 años de edad, cuya identidad se desconoce, fue batido por policías cerca del centro de entretenimiento Cinergy en el área de Odessa-Midland, en el oeste de Texas.
El tiroteo comenzó la tarde del sábado después de que soldados del estado de Texas intentaron detener un vehículo en una carretera interestatal de Texas por no indicar un giro a la izquierda.
De acuerdo con el reporte inicial de las autoridades de Odessa, un agente del Departamento de Seguridad Pública (DPS) intentó después detener un auto Honda, cuyo conductor habría fuego en su contra, escapando por la carretera I-20.
El hombre huyó de la policía y luego robó un camión postal y comenzó a disparar indiscriminadamente contra las personas que encontró a lo largo de la carretera y calles entre Midland y Odessa.
El alcalde de Odessa, David Turner, confirmó la nueva cifra de víctimas fatales y dijo que al menos 18 heridos, siguen hospitalizados, incluida una niña de 17 meses, quien se recupera de manera satisfactoria, según reporte de las cadenas informativas Univisión y CNN.
“Estamos muy agradecidos de que las lesiones no hayan empeorado”, indicó Turner sobre la condición de la menor y de los otros 17 lesionados, por los quienes abogó por su pronta recuperación, entre ellos tres agentes, cuya condición es estable.
“Nuestras fuerzas del orden público están en tan buenas condiciones como se puede esperar. Las lesiones físicas están ahí, pero también hay lesiones emocionales. Y así, tendremos que vigilarlas de cerca”, indicó Turner, tras apuntar que las comunidades sacudidas por la masacre necesitan apoyo.
“En el oeste de Texas, somos conocidos por ser fuertes e independientes. Es hora de que nos unamos y amemos a los que necesitan amor que ha perdido amigos y familiares”, apuntó el alcalde de Odessa.
JMSJ