Con el objetivo de convertirse en una ciudad libre de plásticos, Miami Beach prohibió el uso de popotes, agitadores y bolsas de un solo uso en las playas y calles, informaron las autoridades.
También se prohibió la distribución de bolsas de plástico en los cafés de las calles, puertos deportivos y otros lugares públicos, con la finalidad de reducir la cantidad de contaminación de dicho material en los desagües pluviales y vías fluviales de la ciudad, así como mejora la calidad del agua.
“Cada movimiento que hacemos para fortalecer nuestras leyes de basura en toda la ciudad reduce significativamente la cantidad de basura y contaminantes en la tierra y en el agua”, aseveró el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber.
“Proteger nuestro medio ambiente natural como la vida silvestre es una prioridad para nuestra ciudad y una causa por la que nunca dejaremos de luchar”, refirió.
Los popotes de plástico son uno de los artículos que más se encuentran en las playas y muchos terminan en el océano, ya que luego de usarse por unos minutos se desechan y se estima que pueden tardar aproximadamente 200 años para comenzar a degradarse.
En tanto, las bolsas, cuyo uso comenzó a popularizarse en la década de los años 70, se convirtieron en uno de los artículos más cotidianos, pero también es considerado como uno de los más dañinos. A los océanos llegan unos 12 millones de toneladas de plásticos al año.
Las bolsas, de todos tamaños, hasta las más finas para alimentos, son fabricadas con polietileno o polipropileno, ambos derivados del petróleo, y aunque prácticas, baratas y livianas son de los artículos más contaminantes que se usan en menos tiempo, entre 10 a 25 minutos aproximadamente, dejando un daño incalculable.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 80% de los plásticos de uso humano termina en los océanos y mares, lo que representa entre ocho y 12 millones de toneladas.
“Una parte fundamental de nuestro movimiento sin plásticos comienza y termina con nuestros negocios. Nuestro programa #PlasticFreeMB ha firmado voluntariamente más de 120 empresas hasta el momento”, enfatizo Gelber.
“Estoy emocionado de ver que la educación y el alcance continúan en la construcción de una economía ambientalmente consciente que valora nuestro hermoso paraíso”, anotó.
De manera similar a la restricción de la bolsa de plástico de la ciudad, las ordenanzas se aplicarán gradualmente y se aplicarán plenamente en julio de 2020.
En el transcurso de los próximos tres meses, la ciudad lanzará su campaña de educación pública para informar a las empresas, como los proveedores de servicios de alimentos y los hoteles, de las disposiciones de la regulación, así como ayudar a identificar alternativas reutilizables.
Las empresas que ofrezcan popotes o agitadores de plástico con el servicio y la entrega de cualquier bebida a los clientes recibirán una multa de 50 dólares por el primer delito, 100 dólares por el segundo y 500 dólares por el tercero.
De esta forma Miami Beach se une a las otras ciudades del sur de la Florida que no podrán usar popotes y contribuir a cuidar el medio ambiente.
jhs