Existe un problema de no guardar silencio: que los hechos mismos pueden ocuparse de callarnos. Existe otro problema de mantener los debates abiertos: que más pronto que tarde los perderemos.

Ronald de Boer, leyenda del Ajax que de momento encabeza las divisiones inferiores de este club, intentó ser mesurado al plantear que todavía no conoce bien al mexicano Edson Álvarez, pero perdió todo recato al ya concluir que el ex americanista no posee la calidad suficiente para jugar tan adelante como mediocampista; sobre todo, detalló, cuando enfrente a rivales que exijan un trato superior al balón.

Edson respondió de la única forma posible, que fue anotando ya no de cabeza, como es esperable con su juego aéreo y estatura, sino definiendo como si de pronto se disfrazara de atacante. Hasta ahí perfecto. Ya después las declaraciones en las que dice no conocer a De Boer, pero que no debió que decir lo que dijo, sobraron también. Es muy agradable detectar tanta personalidad en un joven mexicano que ha debutado en Champions, aunque para contestación bastaba con lo realizado en la cancha; ¿o podía expresarse ante el micrófono con mayor elocuencia respecto a como lo hizo en pleno césped?

De ahí a inventar tan pronto enemigos o ambientes adversos para Álvarez, por supuesto que no, y menos desde una institución en ese equipo, como lo fue y sigue siendo De Boer. El tema pudo deberse en parte a un choque cultural. En el norte de Europa es habitual mayor verticalidad, al tiempo que en México solemos tener la piel más delgada.

Si Edson mantiene estos desempeños no sólo se asegurará la titularidad en el Ajax, sino que verá elevarse considerablemente su precio, ya de por sí alto cuando fue adquirido del América, así como sus perspectivas de pasar a una de las principales ligas del continente. Más que sus actuaciones en la Eredivisie, será analizado con lupa su futbol en Champions League. Dos goles en dos partidos, para alguien de corte defensivo, lucen espectaculares –porque tampoco enloquezcamos rebatiendo a Ronald De Boer: por sus condiciones, Edson tiende a aportar mucho más en recuperación que en construcción.

Dicho lo cual, así como el problema de no guardar silencio es que los hechos terminan por callarnos (como aconteció en este sentido a De Boer), otro problema radica en que al seguir echando combustible a un debate, eventualmente nos quemaremos. Hasta aquí con esto, por el bien de Edson Álvarez y el soñado inicio que vive en Europa.

A falta de definiciones, dejémoslo como goleador no ofensivo y ya está.

Twitter/albertolati

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