Para este año se estima que el envío de las remesas familiares de Estados Unidos a México alcance 35 mil 460 millones de dólares y para 2020 podría llegar hasta 37 mil 200 millones de dólares, expresó el director general de Planeación en Población y Desarrollo del Consejo Nacional de Población (Conapo), Rodrigo Jiménez Uribe.
Recordó que en el año 2018 se registraron 33 mil 470 millones de dólares, que representa 2.7% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2017 fue de 30 mil 291 millones de dólares, es decir 2.6%.
“Los estados que dependen de las remesas son Michoacán, con 11. 4% de su PIB; Oaxaca, con 10.1%; Zacatecas, con 10%; y Guerrero, con 9.9%, en los posteriores ya baja considerablemente su dependencia, eso es con respecto al PIB que se genera en cada una de las entidades federativas”, expresó con motivo de la presentación del Anuario de Migración y Remesas México 2019 que se dará a conocer este lunes.
En una entrevista con 24 HORAS señaló que las principales actividades en las que laboran los migrantes mexicanos en Estados Unidos son la construcción, ya que dos de cada diez se dedican a ese ramo, seguido por la manufactura, profesionales administrativos, hostelería, esparcimiento, entre otras.
A pregunta expresa si las remesas provienen de connacionales establecidos de manera formal, Jiménez Uribe indicó que no necesariamente, pues también pudieran estar de forma irregular, “o en algún otro concepto, como refugiados, estudiantes, trabajadores temporales, hay muchos conceptos”.
Destacó que en el país vecino también hay mexicanos de segunda generación, es decir hijos de mexicanos que nacieron en aquel país e incluso están los de tercera generación y eso cambia la dinámica y el concepto de la población.
El funcionario detalló que a un mexicano le costaba en 2017 alrededor de 87 mil pesos en promedio contratar los servicios de un coyote o pollero para poder cruzar la frontera, mientras que, en 2016, a un mexicano le costaba 70 mil 228 pesos.
LEG