Corea del Sur lucha por contener la propagación de la contagiosa peste porcina africana (PPA), luego de que se registró un quinto caso, elevando el número de regiones controladas e imponiendo una prohibición de traslado de cerdos en el país.
Seúl confirmó que se registró el quinto caso de peste porcina africana en la isla de Ganghwa en Incheon, unos 60 kilómetros al oeste de Seúl, destacó la agencia noticiosa Yonhap.
Bajo el plan de emergencia, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales aceleró las operaciones de cuarentena para todas las partes de la provincia de Gyeonggi e Incheon, donde fueron confirmados casos de la enfermedad, junto con la provincia vecina de Gangwon.
El Ministerio de Agricultura también ha iniciado una suspensión de 48 horas para el traslado de cerdos entre todas las granjas, fábricas de piensos y mataderos de todo el país.
El primer caso de la peste porcina africana se registró en Corea del Sur el 17 de septiembre en Paju, una municipalidad situada en el norte de la provincia de Gyeonggi haciendo frontera con Corea del Norte. El segundo caso fue reportado al día siguiente en la comarca de Yeoncheon.
La mayoría de los casos de la peste fueron reportados dentro de la provincia de Gyeonggi esta semana, añadiendo preocupaciones sobre una posible propagación nacional de la enfermedad.
Las autoridades han sacrificando al menos 16 mil cerdos hasta este martes, como parte de los pasos de precaución. Cuando sea completado, el número total de cerdos sacrificados desde la semana pasada excederán los 20 mil.
La enfermedad se expande principalmente por el pienso contaminado o el contacto directo con las personas y los animales salvajes con el virus.
Pese a cinco casos confirmados hasta la fecha que tuvieron lugar en zonas cercanas a la frontera norteña, las autoridades locales ha realizado esfuerzos para prevenir cualquier propagación adicional del virus, que no tiene cura.
Aunque no afecta a las personas, es mortal para los cerdos.
PAL