El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró necesario que las autoridades, sindicatos y empresas sean cautelosas sobre la decisión de aumento al salario mínimo, ante la debilidad económica y un escenario de desaceleración en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
En su reporte semanal, el organismo destacó que un incremento al salario mínimo debe ser congruente con la evolución de la productividad de la economía, por lo cual, dicha medida cautelar evitaría poner un obstáculo adicional al crecimiento de la economía y poner en riesgo el objetivo inflacionario.
En tanto, precisó que, dentro del entorno actual de debilidad de la economía, un aumento significativo al salario resta competitividad a la planta productiva, puesto que es difícil que aumente la productividad laboral en un entorno de desaceleración.
“De considerarse un aumento al salario muy sustantivo podría inclusive afectar el nivel de empleo, sobre todo en el sector formal.
Por lo que respecta al resto de trabajadores que ganan hasta un salario mínimo, no hay ninguna seguridad de que los 9.4 millones de personas que están en el sector informal reciban este beneficio”, refirió el CEESP. De igual forma, aseguró que es poco probable que el aumento provoque que los informales pasen a la formalidad, dada la desaceleración económica y la complejidad del proceso.
Al respecto, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) puntualizó que un enfoque prudente de la política pública debe garantizar que los aumentos salariales vayan en línea con la productividad, lo cual es recomendable desde el punto de vista de la eficiencia económica y para un adecuado desempeño del mercado laboral.
LEG