LONDRES.- El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió este jueves al Parlamento el apoyo a su plan del Brexit, incluida su propuesta para sustituir la polémica salvaguarda destinada a evitar una frontera física en la isla de Irlanda tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).
“Hemos hecho un genuino intento de cerrar el abismo para lograr un nuevo acuerdo de Brexit y el gobierno ha dado muestras de una gran flexibilidad”, dijo Johnson ante la Cámara de los Comunes, donde reiteró su determinación de sacar a Reino Unido de la UE el 31 de octubre próximo, con o sin acuerdo de por medio.
En un tono bastante más constructivo que durante su intervención de la semana pasada, Johnson exhortó a los diputados a que aprovechen la oportunidad: “La UE quiere un acuerdo, nosotros queremos un acuerdo y esta es la base para llegar hasta allí”, según reportes de la cadena británica BBC.
Aseguró que sostuvo una conversación “constructiva” con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sobre la viabilidad de su plan, que incluye el “alineamiento regulatorio” de Irlanda del Norte con el mercado único hasta el 2025, aunque quedando fuera de la unión aduanera.
“Este gobierno se ha movido, nuestras propuestas representan un compromiso y espero que la Cámara ahora pueda unirse en interés nacional, detrás de este nuevo acuerdo”, indicó.
Durante su comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el jefe de gobierno británico defendió su propuesta presentada el miércoles a Bruselas para sustituir la salvaguarda irlandesa a fin de llegar a un acuerdo para la salida de Reino Unido del bloque europeo.
Esta salvaguarda, destinada a evitar una frontera física entre el territorio británico de Irlanda del Norte e Irlanda tras el Brexit -que perjudicaría la economía y el proceso de paz-, fue el escollo que impidió que el Parlamento aprobara el tratado que negoció la anterior primera ministra, Theresa May.
El líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, consideró “irreal y perjudicial” la propuesta de Johnson, tanto a nivel económico como para la continuidad de los Acuerdos de Viernes Santo de 1998 que permitieron pacificar el Úlster.
Indicó que el gobierno no sabe exactamente cómo resolver el asunto de la frontera: “La verdad es que después de tres años este gobierno todavía no ha encontrado una respuesta para resolver el problema de la frontera irlandesa y el acuerdo del Viernes Santo”.
Casi un 52% de los votantes británicos apoyó el Brexit en un referéndum en junio de 2016, pero, más de tres años después, Reino Unido sigue sin encontrar la manera de consumar el primer divorcio en la historia del proyecto europeo.
gac