Miguel Carrillo, encargado de dirigir el programa de Precios de Garantía a productores del campo, que fue revivido tras 20 años de no operar en México, explicó a 24 HORAS su funcionamiento y condiciones, además aseguró que a diferencia del pasado, el éxito de esta estrategia está basado en ser más selectivos con los agricultores beneficiados.

El 1 de octubre, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) instauró los Precios de Garantía a productores de maíz, frijol, trigo panificable, arroz y leche fluida. El programa fue característico en tiempos de gobiernos como el de Luis Echeverría y López Portillo, cuando la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) administraba la compra de granos, y al parecer esto fue uno de los obstáculos que terminaron mermando el funcionamiento de la estrategia.

¿Cómo funciona y a quién va dirgido el programa de Precios de Garantía?

Se estableció para productores de maíz, frijol, trigo panificable, arroz y leche fluida; lo que se busca son varios objetivos diferentes para cada producto. En el caso del maíz, se busca apoyar la economía de productores más pobres, que son los que tienen parcelas menores a cinco hectáreas de superficie. No es para todos los productores.

En el caso del frijol se trata es regular el mercado, para que los productores tengan un precio justo, y está dirigido a quienes tengan superficies de hasta 30 hectáreas y un tope de compra por productor de 15 toneladas.

En el caso del trigo, lo que se busca es incentivar una mayor producción de este cereal, porque somos altamente deficitarios; importantos el 78% del trigo que necesitamos en el país y se trata de estimular para que haya una mayor producción. Se compra un máximo de 100 toneladas por productor.

En el caso del arroz también somos altamente deficitarios, pues dependemos del 85% de importaciones del arroz que se consume, aquí el límite de compra es de 120 toneladas por productor.

¿Cómo se aplicarán los apoyos, usados para cubrir a los productores de sequías, efectos del cambio climático o disminución en su producción?

En el caso del maíz, y del frijol, lo vamos a acopiar directamente en el campo. Es decir estamos habilitando una amplia red de bodegas, en todo el país en donde vamos a recibir el grano y se lo vamos a pagar a los productores.

En el caso del trigo y del arroz, como tienen que pasar por un proceso industrial, los productores le seguirán vendiendo a los molineros que les consumen siempre a precio de mercado y lo que Segalmex hará es depositarle directamente, sin ningún intermediario a la cuenta del productor.

¿Existe el riesgo de que se eleven los costoso a los consumidores?

No, en el caso del maíz, lo que esperamos acopiar que es poco más de dos millones de toneladas, representa una parte muy pequeña del consumo y producción del maíz en México, pues se consumen alrededor de 43 toneladas al año, de las cuales se producen 26 en el país. Por eso no creo que altere el precio del maíz en el mercado nacional.

En el caso del arroz y trigo tampoco, porque los molineros lo siguen adquiriendo al precio comercial que lo han adquirido siempre, realmente el apoyo que damos es directo al productor que no altera el precio final. En el caso del frijol, sí podríamos llegar a ejercer algún efecto en la regulación del precio, en favor del productor y también del consumidor, hará que no se disparen los precios.

¿Cómo funcionaría esta probable regulación del precio en el frijol?

Tenemos un precio de garantía de 14,500 pesos la tonelada, esto obligará a quienes compren frijol en el campo a pagar ese precio o uno más alto, pues se le garantiza al productor un piso mínimo de precio de venta. Es como un piso de protección para el productor en caso de que un privado se lo quiera comprar más barato o no se lo quiera comprar.

¿Cómo se estableció en el pasado?

Hace 20 años que no se tenía un programa de Precios de Garantía en México. Se manejaba cuando existía Conasupo, que entre sus funciones estaba la regulación de mercados. Cuando vinieron las políticas de corte neoliberal, se pensó que el Estado no tenía que intervenir en los mercados y desapareció, dejándolo a la oferta y demanda. La diferencia fundamental entre los Precios de Garantía de aquella época y los de ahora, es que en aquel tiempo el beneficio estaba abierto a todo aquel que quisiera venderle granos a Conasupo; ahora están dirigidos a sectores específicos de productores identificados mediante padrones, no son generalizados.

¿Este programa llega para quedarse?

No tiene una fecha de término, no se está pensando que sea sólo para un año. Es un programa que llega para permanecer.

Frase:

“No se trata de que los mercados dejen de operar y los privados compren todo, pero el Estado puede participar para estimular el desarrollo de ciertos productos donde somos deficitarios. Combinar la mano invisible que regule los mercados y la mano visible del Estado”

LEG