Los incendios forestales que se desataron en el norte de Nueva Gales del Sur y que han destruido decenas de viviendas pueden haber sido deliberadamente provocados, denunciaron las autoridades australianas.

 

Los bomberos informaron que hasta 30 casas han sido dañadas o destruidas en los incendios en Nueva Gales del Sur (NSW), y se espera que ese número aumente a medida que las autoridades intenten acceder a áreas que aún están aisladas para los equipos de emergencia.

 

El superintendente del Servicio de Bomberos Rurales (RFS) de NSW, Michael Brett, dijo que las investigaciones iniciales indicaron que el incendio, que comenzó el viernes por la noche, era “sospechoso”.

 

“Hemos identificado actividad sospechosa en esa área”, señaló Brett.

 

La policía de Nueva Gales del Sur liderará la investigación y contará con la asistencia del escuadrón de incendios premeditados del Comando Estatal contra el Delito.

 

Por su parte, el ministro de Servicios de Emergencia de NSW, David Elliott, describió como “un acto cobarde” iniciar un incendio forestal que destruyó 21 hogares en el norte del estado, citó la cadena ABC News.

 

Cuatro incendios separados arrasaron la víspera varias áreas en el norte de Nueva Gales del Sur, con gran parte del daño en las áreas de Rappsville y Ewingar.

 

Los residentes de Rappsville le dijeron a la cadena Sky News que perdieron casas, cobertizos y automóviles debido a incendios fuera de control el martes por la noche y aún luchaban por salvar lo que quedaba de sus propiedades el miércoles.

 

Con condiciones excepcionalmente secas en el norte de Nueva Gales del Sur y el sur de Queensland, las autoridades han aconsejado a los residentes que se preparen para evacuar.

 

Miles de bomberos permanecen en la zona combatiendo más de una docena de incendios forestales que ya han consumido casi 100 mil hectáreas.

 

DAMG