El presidente de Bolivia, Evo Morales, y a su vez candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) cerró esta semana su campaña política con el mensaje de que quiere dar cinco años más de su experiencia para concluir grandes obras: caminos, aeropuertos, y desarrollar aún más las industrias petroquímica, del hierro y litio.
Y es que, advirtió, “es tiempo de asegurar ese desarrollo, ya que es la base de grandes proyectos que están programados para la región andina”, tras presumir el crecimiento económico que ha tenido el departamento de La Paz durante los últimos 13 años de su gestión.
Evo ha estado en el poder durante tres periodos de gobierno, desde enero de 2006.
De continuar en el poder, manifestó que para el 2025 espera disminuir en 5% la pobreza, y detalló un plan de gobierno que plantea la construcción de viviendas y empleos para la juventud, albergues para personas de la tercera edad y apoyo a las iniciativas de inversión del empresariado paceño.
Asimismo, Morales garantizó la ayuda a jóvenes estudiantes, para que puedan comprar, con el aporte de 50% del costo, una computadora.
Pidió a los empresarios de La Paz trabajar de manera conjunta con el Gobierno para consolidar un norte paceño industrial y valoró su respaldo.
Agradeció a las universidades públicas que le ofrecieron trabajar en equipo para consolidar proyectos de su “Agenda del Bicentenario”, que tiene como objetivo crear una identidad nacional.
Morales cerró su campaña entre obreros, gremios, profesionales, transportistas, mineros, jóvenes, campesinos, entre otros.
Este domingo, los bolivianos tendrán en su manos la decisión de elegir a sus representantes para la Presidencia y vicepresidencia.
De acuerdo con la legislación electoral boliviana, el candidato que alcance al menos 51% de los votos o 40%, con una diferencia de 10 puntos, será proclamado vencedor de los comicios.
En caso de no cumplirse esas condiciones, los dos aspirantes presidenciales más votados deberán enfrentarse en una segunda vuelta electoral.