Después de casi una semana de intensas protestas, el primer ministro libanés, Saad Hariri, anunció este lunes una serie de reformas económica, entre ellas la reducción a la mitad de los salarios de funcionarios, incluido el presidente Michel Aoun, y creación de un comité anticorrupción.
En un mensaje, difundido por televisión, Hariri informó que el gabinete libanés aprobó este lunes una serie de reformas económicas y acordó el presupuesto para el próximo año, un día antes de cumplirse el plazo de 72 horas dado por el jefe de gobierno para poner fin a las protestas desatadas por un aumento de impuestos.
Desde el jueves pasado, miles de personas tomaron las calles de Beirut y otras ciudades cercanas a la capital para expresar su rechazo al aumento en los impuestos por el uso de llamadas por WhatsApp y otros servicios de mensajería instantánea, aunque las protestas han crecido en todo el país.
El primer ministro libanés destacó que entre las reformas aprobadas este lunes, su gobierno contempla reducir a la mitad los salarios de algunos presidentes, ministros y legisladores, actuales y anteriores, y abolir varias instituciones estatales, incluido el Ministerio de Información.
Además de aprobar una ley para el establecimiento de un comité anticorrupción para fin de año, la redacción de una ley que permita recuperar los fondos públicos robados y la creación de organismos reguladores para el sector eléctrico, las telecomunicaciones y la aviación civil “lo antes posible”
Asimismo, el gobierno prometió no crear nuevos impuestos para el año fiscal 2020, reducir el presupuesto de la agencia a cargo de la Construcción en un 70 por ciento, junto con otros organismos, y nuevos beneficios de seguridad social para adultos mayores, entre otras acciones, informó la televisión Al Manar.
Las reformas se dan a conocer en medio de una huelga general convocada en todo el país para este lunes y a convocatoria de nuevas protestas, para exigir el fin de los problemas económicos y medidas firmes para combatir la corrupción gubernamental.
Pese al sorpresivo anuncio del primer ministro, escuchado por miles de libaneses congregados en unas de las principales plazas del centro de Beirut, los manifestantes siguieron firmes en continuar sus protestas callejeras, hasta lograr la renuncia de Hariri.
Al grito de “¡Revolución, revolución!”, miles de libanes de todos los sectores de la población, muchos de ellos profesionistas, expresaron su disposición de continuar firmes en su lucha, tras considerar que las reformas no son suficientes.
“Nos quedamos en las calles, hasta que caiga el régimen, no le creemos una sola palabra”, subrayó una profesora, tras escuchar el discurso del jefe de gobierno libanés.
CS