Llama la atención el incremento en sus apariciones en medios de comunicación y su renovado activismo en contra de las principales decisiones de política exterior que se toman en el piso 22 de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Agustín Gutiérrez Canet, diplomático en retiro y esposo de la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, no deja de ser objeto de múltiples comentarios dentro y fuera de la Cancillería.
Es curioso ver a un embajador jubilado tan activo en contra del titular en turno de la SRE. Escondido detrás de un artículo publicado en el diario Milenio (“Diplomáticos de carrera, maltratados”), Gutiérrez Canet hace un recuento de los supuestos agravios de los que funcionarios del Departamento de Estado norteamericano habrían sufrido por parte de la administración Trump. Las afirmaciones son recogidas de un texto de Eric Rubin en una revista especializada de ese país y valientemente concluye: “Esto sucede en Estados Unidos. Cualquier similitud con otro país… es una mera coincidencia”.
Las críticas a la política exterior que encabeza el canciller Marcelo Ebrard se han recrudecido en las últimas semanas. Éstas surgen, sin duda alguna, de los espacios mediáticos que Agustín Gutiérrez, quien es tío directo de la señora Beatriz Gutiérrez Müller, ha ocupado recientemente.
De todos es sabido en el medio periodístico su activismo en contra de Ebrard. Ya son varios colegas los que han confirmado haber recibido, vía WhatsApp, textos que denuestan las decisiones del canciller, jefe de su esposa, en particular por la política migratoria que éste ha impulsado. Un experimentado político priista confirma aparecer en la lista de envíos del embajador en retiro. “¿Qué le pasa? Nos quiere utilizar, pero por supuesto que yo no hago caso”, dice la fuente.
Si en redes sociales una de las máximas que aplican el actuar de un usuario es “el que comparte aprueba”, el caso de Gutiérrez Canet resulta, por lo menos, incongruente. Basta con revisar algunos de sus retuits. Llama la atención el que dio hace unos días a un comentario del columnista Salvador García Soto, que a la letra señalaba: “Si el @GobiernoMX decidió entregar al hijo del Chapo #OviedoGuzmán a los grupos armados del Cártel de Sinaloa, entonces estamos ante una capitulación, una rendición del Estado que se reconoce débil e impotente ante el poder armado del narcotráfico”.
Curiosa la posición y el activismo de un embajador de carrera, esposo de nuestra representante en Washington, quien cuenta con pasaporte diplomático mexicano, está acreditado ante el Departamento de Estado como cónyuge de funcionario, vive en la residencia de nuestro país en aquella capital y hace uso de los recursos que con presupuesto federal se financian.
Curioso embajador que ha hecho carrera en el servicio público, del que ha sido crítico permanente. No se diga de la espalda que le ha dado a quienes, en su momento, le tendieron la mano.
Segundo tercio. Sobre este tema, destaca el artículo de Jorge Fernández Menéndez “Trump, Culiacán y el esposo de la embajadora”, publicado el lunes en Excélsior. El texto fue puntualmente criticado desde Washington.
Tercer tercio. Quedaron listos los carteles para la Temporada Grande 19-20 de la Plaza México. Se espera que ésta se confirme como un lugar de cita para empresarios, políticos y artistas y un momento de reunión, como lo ha sido siempre, para todos los estratos sociales.