El presidente de Bolivia, Evo Morales, prometió este sábado convocar a una segunda vuelta electoral si una eventual auditoría de un conteo de votos que le dio la victoria halla evidencia de fraude, en un intento por calmar las protestas y las críticas internacionales tras su cuestionada reelección.

 

Morales criticó también a la oposición durante un evento militar en Cochabamba, un bastión regional de su gobierno, diciendo que sus rivales tienen “envidia” de los logros alcanzados en sus casi 14 años de gobierno y acusándolos, sin evidencias, de tratar de derrocarlo.

 

Sin embargo, el mandatario pareció preocupado por su reputación en el extranjero, en un momento en que observadores electorales internacionales y gobiernos ponen en duda la legitimidad de su victoria en primera vuelta el domingo 20 de octubre.

 

Hasta ahora, solo Venezuela, Cuba y México han felicitado al líder izquierdista que el sábado cumplió 60 años, mientras la Unión Europea y algunos de países de la región como Estados Unidos, Brasil, Argentina y Colombia lo han exhortado a realizar un balotaje con su principal rival, el expresidente Carlos Mesa.

 

Mesa anunció el sábado que la Coordinadora de Defensa de la Democracia, una coalición cívica de oposición, designará una comisión que haga gestiones ante la comunidad internacional para que desconozca los resultados anunciados por la autoridad electoral.

 

Además “exhortamos al gobierno a recapacitar y aceptar la voluntad popular (…) abriéndose a una salida que respete y preserve la democracia”, agregó Mesa al leer un comunicado ante periodistas en La Paz.

 

Brasil, el mayor socio comercial de Bolivia, fue más allá y advirtió el viernes por la noche que no reconocerá los resultados de las elecciones hasta que la Organización de Estados Americanos (OEA) realice una auditoría al recuento de votos.

 

“Me informé que los cancilleres de Brasil, Argentina, de Colombia y Estados Unidos dudan sobre las elecciones del 20 de octubre”, dijo en el acto transmitido por la televisión estatal Morales, que invitó a los cancilleres de estos países a que “vengan y hagamos auditoría voto por voto, mesa por mesa”.

 

“Y si hay fraude, al día siguiente convocamos a la segunda vuelta”, agregó.

 

El Tribunal Supremo Electoral (TSE), la máxima autoridad en materia de comicios del país, ha negado los cargos de fraude suscitados el domingo pasado después de la abrupta detención de la publicación de un recuento de votos que mostró que Morales debería medirse a Mesa en una segunda vuelta, la cual tendría lugar el 15 de diciembre.

 

Aunque Morales y el TSE han dicho estar dispuestos a la auditoría, hasta ahora no hay planes ni anuncios sobre cuándo comenzaría esa revisión ni si, como ha dicho la OEA, debe ser vinculante, es decir que el gobierno acate sus conclusiones.

 

La oposición mantiene su convocatoria a realizar manifestaciones pacíficas en las calles de las principales ciudades, entre ellas Santa Cruz, centro agrícola e industrial del país, que está en paro desde el miércoles en reclamo de la auditoría.

 

PAL