Supongamos que fuéramos unas personas espantosas que cada semana se dedicaran a hacer un reconocimiento burlón, insidioso, a la figura más incompetente de la 4T. ¿Quién tendría que llevarse el premio en esta ocasión? No se precipiten con la respuesta, porque la pregunta tiene jiribilla.
Lo normal sería apuntar hacia Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana que, me parece, durante el resto de su vida va a tener una crisis nerviosa cada vez que oiga la palabra “aguachile”. Y es que Culiacán no lo deja en paz. Sin duda el Presidente, con toda su popularidad, salió raspado del episodio, sobre todo luego de que en La Mañanera del jueves de plano perdió los estribos y mejor trató de hablar de beis y de insultar a la prensa. Y cómo no: a estas alturas, necesitas un equipo de becarios para llevar la cuenta de las versiones diferentes que dio de su participación en aquello: no sabía, sí sabía y lo aprobé, bueno sí sabía pero nomás tantito, etc. Pero lo de Durazo es único. Y es que el secretario, que también mintió con lo de que no era un operativo y ups, se toparon con Ovidio porque salió a echar bala, está en uno de dos escenarios: o intervino en el diseño de un operativo que nos dicen que se planeó durante cinco meses y que fue un fracaso sin precedentes (el “tropiezo táctico”), o no sabía y estuvo de adorno durante cinco meses.
Entonces, premio para don Alfonso, ¿no?
Pues no. Y es que cuando de competiciones de este tipo se trata, siempre es mala idea descartar a Rocío Nahle. ¡Vaya semanita, secretaria! Primero están las pérdidas históricas de la CFE, también inéditas porque pues holi, Bartlett. Luego, las de Pemex, porque pues Octavio Romero ya explicó que lo de las finanzas no lo entiende. Y para cerrar la semana, Dos Bocas, que, por las lluvias, se encharcó al punto de que parecía tener lo que todavía no aparece en Texcoco: un lago. ¿Qué hizo el Gobierno federal? Anunciar que iba a mandar para allá al Ejército con cubetas para que siguieran las obras de una refinería que todos los que entienden han dicho que ni puede ni debe construirse.
Así que dirán ustedes: “¡Claro, gana Rocío!”
Bueno… Tanto ella como Durazo fueron designados por el Presidente. Y es que sí: sabemos que la 4T tiene un gran desafío, la seguridad, que pierde por goleada, y un pilar de su programa económico, que es Pemex, con sus pérdidas de récord mundial. Así que el ganador del premio en realidad tendría que ser… Uy, se me acabó el espacio.