Más de mil migrantes se verán afectados al recrudecerse el mal tiempo con la entrada del frente frío número ocho que traerá temperaturas menores a los ocho grados centígrados, así como lluvias a partir de mañana.
Ante la propuesta del Ayuntamiento de esta frontera, para que ocupen el albergue habilitado en la unidad deportiva Ingeniero Eduardo Chávez, la mayoría de los migrantes la ha rechazado hasta ahora, ya que esperan que el gobierno de Estados Unidos les responda a su solicitud de cita, en su trámite para lograr asilo.
En el lugar también conocida como la alberca Eduardo Chávez, hay espacio para 300 personas que podrían dormir en literas y bajo techo, muy diferente a su condición actual, ya que al menos 1,500 están situados frente al Puente Nuevo Internacional en casas de campaña, o algunos a lo largo del bordo del río Bravo.
De acuerdo con versiones de los migrantes, dudan en dejar el sitio frente a la línea fronteriza, ya que tendrían que abandonar pertenencias, y temen perder un probable llamado a la cita del gobierno del vecino país.
Sin embargo, algunos si tomarán la alternativa del albergue ya que traen niños y, aunque creen poder resistir el frío, la combinación de bajas temperaturas y lluvias, los hacen aceptar la propuesta de las autoridades municipales.
Los pronósticos a partir de esta noche son de temperaturas de ocho grados centígrados y 80 por ciento de probabilidades de lluvias, por lo que tendrán que optar entre el mal tiempo, o refugiarse en la unidad deportiva con mejores atenciones.
El campamento en esta frontera, además de los migrantes centroamericanos, tiene mexicanos, sobre todo en el bordo del río.
fahl