Sin ofrendas y únicamente con el terrible recuerdo de lo que ahí sucedió, amanecieron los edificios multifamiliares que están sobre la calzada de Tlalpan y lo que fuera el Colegio Enrique Rébsamen.
Frente a ambas estructuras no pusieron ofrendas los familiares de las víctimas que murieron, durante el colapsó ocurrido por el temblor del 19 de septiembre de 2017.
Cabe señalar que eran las 13:14:40 horas, cuando un sismo de intensidad de 7.1 sacudió a la Ciudad de México, y su epicentro fue en el estado de Puebla.
En un recorrido realizado por 24 HORAS, se constató que en dicho lugares no había ni un sólo altar dedicado a las nueve personas fallecidas tras el derrumbe de los multifamiliares y los 26 –19 alumnos y siete adultos- que perdieron la vida en el mismo acontecimiento ocurrido hace dos años.
Pao, Valentina, Paquito, Gus, Daniela Itzel, Óscar André, Daniela Ramírez, Diego, Fernanda, Eduardo, Santi, José Eduardo, Moni, Eileen, Karlita, Aned, Alexis, Joshua y Alexandra; son los nombres de los 19 niños que murieron entre los escombros de la que era su escuela, ubicada en la alcaldía Tlalpan.
Una vecina del lugar, quien dijo llamarse Margarita, relató que en esta ocasión “no se presentaron los padres de las víctimas ni organizaron misas ni ofrendas, porque seguramente para ellos es muy complicado aún recordar ese terrible acontecimiento”.
En este lugar –dijo- como que permea una inmensa tristeza, como si algo estuviera en el ambiente muy triste, llorando, no sé, así lo percibimos todos los que habitamos en esta calle Rancho Tamboreo.
Mientras, en los edificios Multifamiliares de Tlalpan, donde murieron nueve inquilinos, las obras de reconstrucción de los inmuebles colapsados, continúan con toda normalidad y quienes habitan cerca de la zona siniestrada, simplemente comentaron que “pues los familiares de los fallecidos ni por error se han parado por aquí”.
“Probablemente será por las obras que se realizan en los edificios que se cayeron y no permiten las circunstancias que se ponga alguna ofrenda o altar, porque estorbaría”, dijo Sandra, quien habita en la Unidad Centinela.
fahl