El programa Producción para el Bienestar (Ppb) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural incorporó a 13 mil 607 productores y productoras de maíz, frijol y milpa de la sierra Tarahumara, en Chihuahua, con predios de hasta tres hectáreas.
Estos beneficiarios están presentes en 17 municipios de la zona (regiones Guachochi, Urique y Guerrero), pertenecientes a las etnias rarámuri, guarijío, pima y tepehuana, y nunca habían sido considerados dentro de programas de fomento productivo del Gobierno Federal.
La integración de productores de la Tarahumara al PpB busca “apoyarlos, a sus familias, a la comunidad y a toda la región y que poco a poco se recupere la capacidad de producir los alimentos por ustedes mismos. Tienen, una gran cultura agrícola, transmitida por sus padres, abuelos y bisabuelos, en condiciones difíciles, y han sido capaces de adaptar diversas variedades de maíz para los usos que requieren sus pueblos, por ejemplo, el tesgüino (bebida de maíz fermentado)”, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.
“Queremos que eso siga y que evitemos los agrotóxicos. Para ello, vamos a poner junto con Producción para el Bienestar un esquema de acompañamiento técnico; podrán ustedes platicar con científicos, investigadores y técnicos y mejorar sus sistemas productivos agrícolas y ganaderos para que poco a poco logremos la autosuficiencia alimentaria; que ustedes produzcan lo que necesitan para alimentarse”, dijo.
En un acto de entrega inicial de apoyos, en la comunidad rarámuri de San Ignacio de Arareco, en el municipio de Bocoyna, el subsecretario Suárez Carrera anunció la integración de beneficiarios, y destacó la perspectiva de género en la operación del programa.
“Estamos reconociendo, como nunca antes, el papel de la mujer como campesina y productora de alimentos”, expuso al aclarar que del total de productores incorporados al PpB, seis mil 831 son mujeres y seis mil 776 son hombres.
Los apoyos consisten en mil 600 pesos por hectárea y el objetivo es impulsar la siembra y propiciar y/o fortalecer prácticas de agricultura sustentable, a fin de que los campesinos eleven su productividad, refirió.
Por ello, dijo, los apoyos serán complementados con asistencia y acompañamiento técnico, de la mano del programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), de la Secretaría del Trabajo (ST). Del total de beneficiarios, mil 110 siembran una hectárea, cuatro mil 776 dos hectáreas y ocho mil 021, tres hectáreas.
La derrama de Producción para el Bienestar para estos nuevos beneficiarios suma 54 millones 600 mil pesos y la de Jóvenes Construyendo el Futuro es por 23 millones de pesos mensuales.
Jóvenes Construyendo el Futuro apoyará la habilitación de hijos, nietos o conocidos de los productores para que participen en la producción agrícola como aprendices.
Víctor Suárez destacó que los jóvenes beneficiarios están comprometidos a cumplir con el programa de capacitación técnica y a trabajar de la mano de las y los productores en sus parcelas.
Precisó que hay mecanismos de cumplimiento, como son las tareas mensuales. La intención es que los jóvenes se formen como técnicos agroecológicos comunitarios y a futuro sean pieza clave para la autosuficiencia alimentaria, añadió.
Los jóvenes recibirán apoyos por tres mil 600 pesos mensuales durante 12 meses, y suman seis mil 558 jóvenes censados en las asambleas realizadas en la Tarahumara. La vinculación de los jóvenes con los productores inició el pasado 14 de noviembre, señaló el subsecretario de Empleo de la ST, Horacio Duarte.
En el evento, denominado “Mesa de atención en San Ignacio de Arareco”, la coordinadora de Transversalidad y Operación del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Anabel López Sánchez, y el delegado del Gobierno Federal en Chihuahua, Juan Carlos Loera, señalaron que en julio de este año servidores públicos del INPI y de las secretarías de Bienestar, Trabajo y Agricultura sostuvieron un encuentro con líderes de la comunidad tarahumara y acordaron ampliar en sus territorios los alcances de los programas Producción para el Bienestar y Jóvenes Construyendo el Futuro.
En agosto se celebraron cuatro reuniones de trabajo con los gobernadores indígenas en Carichi, Turuachi, Guachochi y San Rafael, y luego se realizaron 62 asambleas comunitarias en diversas sedes de los 17 municipios tarahumaras, donde el INPI y Bienestar censaron a productores y jóvenes elegibles para los dos programas que operarán en conjunto.
Los funcionarios de todas las instituciones de gobierno tienen la instrucción de enfocar los programas públicos a favor de la población que históricamente ha sido segregada, como es el caso de las comunidades indígenas.
En la tarea de integración de nuevos beneficiarios a PpB y JCF, la forma de organización indígena ha sido fundamental. La función de las Asambleas Comunitarias ha sido clave para verificar la información, integrar el padrón de beneficiarios y verificar que los apoyos lleguen de forma directa y a quienes realmente lo necesitan.
DAMG