Siguiendo el proverbio: “al mal tiempo, buena cara”, el presidente Donald Trump logró controlar la angustia que lo consume por el avance del impeachment -cuyo comienzo formal se dará esta semana-, destacando la bonanza económica con recorridos a fábricas, firmando iniciativas, acompañando a deudos de militares caídos o participando en la celebración del Día de Acción de Gracias en Afganistán, con las tropas estadounidenses desplazadas en ese país.

Trump imita la experiencia del ex mandatario Bill Clinton, tratando de dar la imagen de que trabaja intensamente… mientras los demócratas tratan de removerlo del cargo.

 

AL OJO DEL HURACÁN: LONDRES

Esta semana -cuando inicia formalmente su juicio político- el Presidente viajará a Londres para reunirse con aliados europeos y ser recibido por la Reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, tratando de atenuar los efectos de una actuación presidencial que ahora lo tiene acorralado.

Trump estará hoy y mañana en Londres -en plena campaña electoral del Reino Unido-, durante la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

 

SE DESLAVA LA PRESIDENCIA

En tres años, Donald Trump borró ocho de intenso trabajo del ex presidente Barack Obama y el Congreso, orientado a contener enormes déficits fiscales controlando el gasto público; impedir nuevas crisis financieras a causa del crédito bancario e hipotecario fácil, con reglas mas rigurosas; un mayor control de emisiones contaminantes para preservar la vida del planeta y a hacer justicia en el caso de hijos de inmigrantes traídos a este país antes de que aprendieran a hablar.

En estos tres años, Trump desdibujó el rostro sonriente y hospitalario de esta tierra de oportunidades, arrancando las páginas de la larga lucha por la defensa de derechos humanos, civiles, laborales o de género escritas en la constante búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria, y que habían obligado al añejo racismo sureño y émulos de otros estados a permanecer agazapado, sin margen de acción, contenido por leyes cada vez más rigurosas, y que el actual Presidente levantó con el mensaje de odio racial contra los mexicanos.

Desde campaña argumentó una presunta “invasión de inmigrantes”; y atacó y eliminó leyes que facilitaban la naturalización en este país.

COOPERACIÓN NO; LEY DEL GARROTE, SÍ

Sin comprender la importancia de la cooperación internacional para la seguridad de Estados Unidos ni las ventajas de la globalización, Trump adoptó una política del garrote contra países tradicionalmente aliados -contra Rusia no, por cierto-, imponiendo aranceles y revisando acuerdos comerciales, buscando obtener beneficio constante y sumando a su beneficio personal para lograr una distante reelección. Todo esto lo llevó a ocupar un sitio en la historia de Estados Unidos como el tercer presidente sometido a impeachment.

HA HECHO HISTORIA… EN TEMAS NEGATIVOS

Pasará a la historia como el primer presidente de esta nación que, sin compasión alguna, arranca los hijos recién nacidos y de corta edad a familias de inmigrantes indocumentados, encerrándolos en jaulas, confinando a sus padres con detención indefinida, sin registros, separando familias.

También como el presidente que rompe récord mintiendo… en más de 13 mil ocasiones; el primero que, violando la cláusula 8 de emolumentos de la Constitución, lejos de entregar sus empresas a un fondo ciego que garantice su honestidad en la conducción del país, las maneja a través de sus hijos y abusando de su poder pues, por ejemplo, los contrata para eventos oficiales.

LE FRUSTRAN OTRO ABUSO

El colmo fue cuando luego que una comisión buscó seleccionar entre 12 de los mejores hoteles para contratar como sede de la reunión anual del G7 en 2020, de última hora el presidente Trump obligó al anuncio de que su Hotel Doral, de Miami, que no estaba en la lista (aunque él lo había comentado en Paris) y enfrenta severos problemas financieros, para albergar a los líderes mundiales, creando otra intensa tormenta política que lo obligó a dar marcha atrás.

JUECES ADVIERTEN: NO ES REY

Estados Unidos se convulsiona por el aberrante retroceso bajo la presidencia de Donald Trump, ante una inexplicable pasividad o indiferencia de millones de norteamericanos, ahora víctimas de múltiples abusos, corrupción e impunidad de un Gobierno autoritario que aplica prácticas que antes esta nación condenó en otros países y fue argumento para propiciar la caída de gobiernos de todo el mundo.

TRUMP NO PUEDE PROHIBIR TESTIMONIOS

En dos fuertes reveses judiciales, uno para que entreguen las declaraciones de impuestos del Presidente, sus negocios y su familia y otra para que Dan McGhan testifique ante el Congreso sobre casos de obstrucción de la justicia del presidente, magistrados federales recordaron que “el registro de 250 años de historia de Estados Unidos dejan claro que los presidentes no son reyes.”
La decisión es importante porque testigos importantes como John Bolton, ex asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca y Charles Kupperman, su brazo derecho, están en una situacion similar.

“La aserción de que un presidente puede prohibir el testimonio de sus asistentes es una proposición que no es compatible con los valores básicos de la Constitución y por esa simple razón no es sostenible”, dijo la juez de distrito Ketanji Brown Jackson, de Washington.

SE ESPERA QUE SUPREMA CORTE DEFINA PODER PRESIDENCIAL

“A pesar de su proximidad a proyectos internos o de seguridad nacional, el presidente no tiene el poder de excusarlo o prohibirle hablar de acciones que requiere la ley”, dijo la magistrada en una decisión de 18 páginas que la Casa Blanca rechaza aceptar, por lo que recurrirá a la Suprema Corte de Justicia.

Por eso, la decision de la Suprema reviste una gran importancia, porque reafirmara el sistema de separación y balance de poderes, limitando o reafirmando la obligación constitucional de supervision del Congreso sobre el Poder Ejecutivo, que Trump ha llevado más lejos cada vez.

La autoridad moral, admiración y respeto de presidentes cultos, educados, conscientes y preparados, que convirtieron a esta nación en líder global, contribuyendo a la paz, la cooperación y las mejores causas, contrastan con el aislamiento, confrontación, deshonestidad, vulgaridad e improvisación de un presidente mentiroso, misógino, autoritario e irrespetuoso, ignorante de las leyes, que trata de imponer su voluntad a costa de lo que sea.

TRUMP RECHAZA ABOGADOS EN IMPEACHMENT

Mientras los problemas de Trump aumentan con la preparación de Audiencias de impeachment, que él minimiza, obstruyendo la aportación de documentos y testimonio de integrantes de sus asesores, bajo el argumento de que “no legitimizar un engaño y caceria de brujas”.

El Presidente tiene como plazo el 6 de diciembre para confirmar si sera representado por sus abogados o aportarán pruebas para su defensa y conocer el contenido de artículos de impeachment en su contra, por abuso de poder, posible obstrucción y otros cargos.

 

PREOCUPANTE INTROMISION DE TRUMP

El más reciente escándalo, que generó grave preocupación de los mas altos mandos militares, fue su intervención por razones personales, otorgando perdón presidencial a soldados acusados de crímenes de guerra, impedir que fueran degradados y expulsados, sin considerar las implicaciones que esa medida -que forzó la renuncia del Secretario de la Naval-, en el comportamiento de la mayoría de hombres y mujeres en uniforme, que actúan bajo el Código de Honor y en la posibilidad de más crímenes de guerra, independientemente del impacto en las decisiones del sistema de justicia militar e imagen de las fuerzas militares de Estados Unidos en todo el mundo.

CON VIAJE A AFGANISTÁN, TRUMP TRATA DE CAMBIAR SU IMAGEN

Buscando justificar acciones que le han sido criticadas, Trump hizo un viaje con fines políticos a Afganistán. En el mas profundo secreto salió de Mar-a-Lago. Abordó un avión militar sin insignias, acompañado del general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto; Mick Mulvaney, jefe de Gabinete sus asistentes y viajó a Washington, donde abordó otro avión militar, que lo condujo -en 12 horas- a la base militar de Baghram, en su segunda visita a una zona de combate en tres años.

Ahi, se reunió con el presidente Ashraf Ghani, y luego cenó con algunos de los 13 mil que permanecen en ese país.

Luego les dió un mensaje en el que anunció la reanudación de platicas con el Talibán, que se rompieron cuando quiso invitarlos a Campo David, de lo que aparentemente no estaba informado el presidente Afgano.

“Hemos logrado tremendo progreso mientras reducimos nuestras tropas”, dijo Trump a unos mil 500 soldados, con quienes compartió la cena de Acción de Gracias y se tomo fotografías.

Y en un discurso que mas pareció escrito mas la Casa Blanca, el presidente Ghani calificó a Trump como “arquitecto de la estrategia que debilitó Estado Islámico y le dió crédito por la ejecución de Abu Bakhr al Baghdadi que califico como “más importante que la ejecución de Osama Bin Laden, autor intelectual de los atentados del 9/11.

PRESIDENTE TIENE POCO CONOCIMIENTO DEL SIGNIFICADO DEL CODIGO DE HONOR

Con este viaje el presidente Trump trató de escapar y minimizar nuevos escándalos en los que se ubica al centro, como las duras críticas de Richard Spencer, ex secretario de La Naval, quien le acusa de una “espantosa intervención sin precedentes” en asuntos militares, otorgando el perdón presidencial a los tres crimínales de guerra, en la desesperada búsqueda de apoyo y votos que puedan ayudarle a conseguir la reelección.

“Este fue un recordatorio de que el presidente tiene muy poco conocimiento de lo que el Código de Honor significa en las fuerzas armadas que combaten éticamente gobernados por una gran cantidad de reglas”, dijo Spencer en un editorial abierto en el diario Washington Post.

Se refiere en particular al Chief Petty Officer Edward Gallagher, Navy Seal, absuelto de numerosos cargos, salvo uno, de haber posado sobre el cadáver de un iraquí que mató, por lo que se le había degradado y sentenciado a sólo cuatro meses de cárcel en confinamiento solitario.

Trump le perdonó los cuatro meses, exigió que se le cambiara a otra celda mas cómoda e impidió fuera degradado y removido de su cargo, misión y salario, contraviniendo la decisión de jueces militares, lo que no fue bien visto por la mayoría de militares que respetan el código de honor y consideran el perdón presidencial otorgados, como un ataque a la disciplina e invitación a cometer otros crímenes de guerra, afectando la seguridad de los soldados en el extranjero y el respeto a las Fuerzas Armadas de EU.

Este perdón fue visto como posible preludio de otro perdón presidencial a sus cercados aliados que purgan sentencias o fueron consignados penalmente: Roger Stone, Paul Manafort y el general retirado Michael Flynn, tan pronto como se de a conocer el nuevo reporte sobre la vigilancia del FBI al Comité de Campaña de Trump en que el Procurador William Barr tratara de cambiar la versión original.

En otra reciente controversia, Trump fue obligado a firmar una legislación bipartidista, aprobada por unanimidad en el Senado y solo un voto en contra en la Cámara Baja, diseñada para apoyar a los manifestantes pro democracia de Hong Kong, después de un largo silencio del presidente y su Gobierno. Medida que en caso de vetar el Congreso habría podido anular el veto.

REVELA INVESTIGACION NEGOCIOS MILLONARIOS DE GIULIANI EN UCRANIA

En Washington, la investigación de impeachment revela poco a poco como en su búsqueda de información negativa de Biden que pudiera servir a Trump, Rudy Giuliani reclutó un grupo de ex-funcionarios de Ucrania, ansiosos de seguridad de un ingreso económico o su redención, que el ex alcalde usó para su misión, aprovechando sus contactos, para hacer negocios.
Lev Parnas, uno de los integrantes de ese equipo, que colaboró con Trump y Giuliani, estableció comunicación con el ex fiscal de Ucrania, Viktor Shokin, financió campañas de legisladores republicanos, a condición de que presionaran para la remoción de la embajadora Marie “Masha” Yovanovitch, que constituía un obstáculo para sus objetivos.

SOCIO DE GIULIANI ARRESTADO, DISPUESTO A CONFESAR TODO

Parnas también ayudó al congresista republicano Devin Nunes, ex presidente del Comité de Inteligencia de la Camara Baja, a entrevistarse secretamente en Viena, Austria, con Shokin, para pedirle material negativo contra Biden, por lo que el Comité de Ética de la Cámara Baja planea abrir una investigación que determine posibles violaciones éticas y legales, así como la conveniencia de que continúe en el Comité de Inteligencia.

Parnas -consignado y sentenciado por serias violaciones a leyes de financiamiento de campaña junto con Igor Fruman-, viajó con Fruman a Ucrania para presionar primero al gobierno de Petro Poroshenko para que abriera la investigación contra Biden, ofreciéndole a cambio una visita de Estado a Estados Unidos, asegurando que actuaban a nombre de Giuliani, abogado personal del presidente Trump.

Confinado a arresto domiciliario, Parnas fue enlace con otros funcionarios ucranianos como Yuri Lutsenko, fiscal que sustituyó a Shokin, como procurador y quien pidió “ayuda” a Giuliani para “recuperar dinero robado por Estados Unidos a Ucrania”, por lo que Giuliani negoció cargos y condiciones para luego tratar de resolver con el Procurador William Barr.

Los miles de dólares en pago a Giuliani vendrían de Lutsenko o del Ministerio de Justicia de ese país, para lo que el ex alcalde de Nueva York buscó servicios de otros abogados conectados con Trump, como Victoria Toensing y Joe Di Genova.

Como parte de la estrategia de Giiliani, Parnas coordinó reuniones con staffers del congresista Nunes en el Hotel Trump de Washington.

Ahora Parnas está dispuesto a compartir todo lo que sabe con fiscales y el Congreso, sobre los planes y acciones de Guiliani, abriendo un canal irregular de comunicación con el gobierno de Ucrania, para implementar una política de presión, chantaje y condicionamiento al presidente Zelenski, como condición para recibir ayuda militar importante para la seguridad de su país, en aras de un acuerdo que le permita reducir su sentencia, tal y como lo enunció confidencialmente un Whistleblower empleado de la CIA, cuyo nombre Trump exige sea dado a conocer, luego de acusarlo amenazadoramente de ser “un espía y traidor”, lo que secundan sus incondicionales Republicanos.

Desesperados por el avance del impeachment, el presidente y sus defensores Republicanos, tratan de presionar al Congreso Demócrata para que acepte una lista de testigos sobre sus “denuncias de corrupción” de Biden, que no vienen al caso, porque quien enfrenta Juicio Politico es Trump.

LEG