La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México determinó que la bala que mató a Aideé Mendoza, la estudiante de 18 años que murió el 29 de abril pasado al interior de un salón de clases en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, provino del interior del plantel educativo.

De ser así, implicaría que personas armadas entran al plantel de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), siendo un presunto narcomenudista el principal sospechoso en este caso.

En la indagatoria de balística participó la propia UNAM, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Fiscalía General de Justicia Militar.

La presunta arma homicida, una Glock de 9 mm, fue presuntamente robada a un agente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), por lo cual hay un hombre detenido.

Sin embargo, éste sólo ha sido vinculado a proceso por el robo del arma, pues aunque es señalado por venta de droga y asaltos a camiones repartidores en la zona del CCH Oriente, no se le ha podido comprobar que haya sido quien disparó el arma cuando Aideé perdió la vida.

Cabe destacar que al menos 15 trabajadores de la UNAM acudieron ante la PGJ para identificar al posible asesino, sin embargo, los resultados no fueron positivos.

 

DAMG