En esta ocasión, he decidido darle un respiro a las noticias macroeconómicas y financieras. Quizás resulte mejor para el domingo retomar estos temas dado que se acerca el cierre de 2019 y se pueden recapitular mejor los temas ocurridos en el año y la próxima semana compartirles qué es lo que podremos esperar para el 2020.

 

Esta semana, me tomo el atrevimiento de dejar que escriba el “niño interno” que todos llevamos dentro para hablar sobre el fenómeno Star Wars que está a todo lo que da con la última entrega de la Saga Skywalker, una serie de 9 películas centrales y 2 spin-offs (historias paralelas al argumento principal) que han cautivado a millones de fanáticos durante tres generaciones en los últimos 42 años.

 

Al día de hoy, la última película – como ha sucedido siempre con estas historias – está dividiendo a la opinión de críticos y fanáticos. En general, podemos pensar que en el universo de seguidores de esta saga existen: (1) los melancólicos (consideran que únicamente vale la pena ver las películas del periodo 1977-1983), (2) los millenials (consideran que las películas entregadas de 2015 a la fecha no valen la pena) y (3) el resto (fanáticos de los dos grupos anteriores que tratan de equilibrar sus sentimientos e identifican películas buenas y malas entre los tres bloques de esta historia).

 

¿Pero qué dicen los datos? Si quisiéramos evaluar la eficiencia financiera de cada una de las películas, con información del portal Statista.com, se puede encontrar el costo de producción y los ingresos atribuibles a cada una de las películas en millones de dólares. Por otro lado, el portal Rotten Tomatoes puede ser un buen proxy de la calidad de las películas a partir de la opinión de críticos y fanáticos.

 

Los resultados son muy interesantes y se pueden ver en la siguiente gráfica:

 

 

Esta gráfica evalúa dos variables. La primera variable es la eficiencia financiera, que significa los costos de producción como porcentaje del ingreso, de manera que mientras más grande sea el número, la película es menos eficiente (tuvo que gastar más para generar más ingreso). La segunda variable es el rating que Rotten Tomatoes ha publicado de cada película. En este caso, mientras el rating sea mayor, significa que la película gustó más.
¿Qué encontramos?

 

1. La película más eficiente financieramente es la de 1977, es decir, la primera en lanzarse y el cuarto episodio en la saga. Esta película originalmente se llamaba únicamente Star Wars (George Lucas en un principio no pensó en una trilogía, menos en precuelas y mucho menos en secuelas). La película costó 11 millones de dólares y generó 775 millones de dólares de ingreso (eficiencia de 1%).

2. La película mejor calificada es la de 1980. Es decir, la segunda en lanzarse y el quinto episodio en la saga. Aquélla que hizo vibrar al público cuando Darth Vader le confiesa a Luke que él es su padre. En esta misma, Leia le dijo a Han Solo que lo amaba y él le contestó que “Lo sabía” momentos antes de ser congelado y entregado a Bobba Fett, un caza recompensas. En esta Luke y Vader pelean por primera vez, en lo que hasta ese momento era el mejor duelo de espadas lásers de la saga. Esta película fue calificada con un 94%, 3 puntos porcentuales arriba de la entrega anterior. Costó 18 millones de dólares y generó ingresos por 538 millones de dólares.

3. La película menos eficiente financieramente es el spin-off que se enfoca en la vida de Han Solo unos años antes de que aparezca en el episodio 4. Esta película costó 275 millones de dólares y generó 399 millones de dólares (eficiencia del 69%). No solo es la menos eficiente, si no que se separa dramáticamente de la eficiencia promedio de las películas de la franquicia (de cerca del 12%). Por si fuera poco, su calificación es de 70%, por debajo del promedio de la calidad de la filmografía de Star Wars, de 80%.

4. Pero la peor película según las calificaciones de los fanáticos y críticos es la de 1997. Esta película es la cuarta en ser lanzada pero el primer episodio de toda la historia. Catalogada como la película más infantil de la saga y generando molestias porque se consideró una manera muy débil de iniciar las precuelas del rotundo éxito de la trilogía de los setentas/ochentas. La película tiene un 53% de calificación, aunque su eficiencia muy buena, de 11%, con un costo de 115 millones de dólares pero generando ingresos por 1,027 millones de dólares.

 

La gráfica, además, sugiere una relación (poco sólida pero relación al fin) de que las películas mejor calificadas han sido las más eficientes financieramente hablando. Desde 2012, la estrategia de negocio de Disney puso en la mira a Lucasfilms (la productora de George Lucas) y compró la franquicia de Star Wars. Relanzar la franquicia ha sido retador – han tenido problemas de eficiencia respecto a las sagas producidas por Lucasfilms – pero en calificaciones se han mantenido en promedio.

 

Si bien los ingresos generados por las películas caen a una tasa promedio anual de 1.6% y el costo ha subido 8.2% en estas cuatro décadas, la oferta de valor de Disney hacia adelante (series televisadas por su servicios de streaming, nuevas trilogías, parques temáticos en Disneylandia, etcétera) sugiera que La Fuerza siempre acompañará a Star Wars.

 

Ya saciada mi alma geek-economista-financiera, nos vemos el domingo con temas muchísimo más importantes.