La ineficacia cuando se hace evidente es que llega a límites insospechados. Así le sucedió al gobernador de Veracruz, a quien el presidente Andrés Manuel López Obrador, le pidió visitar Oaxaca, gobernado por el priista Alejandro Murat, para que copie el modelo en infraestructura carretera que da trabajo a las comunidades indígenas.

A quien hace todavía algunos meses le levantaba la mano diciendo que se trataba de uno de los mejores gobernadores de Morena, ahora debe pedir ayuda a quienes sí saben, como si tratara el Presidente de destacar la experiencia del PRI, partido que dejó en tercer lugar en las urnas, precisamente por su ineficiencia.

Es decir, que el gobernador de Veracruz es todavía más ineficiente que los ineficientes; y para que la recomendación de aprender de otros se haya hecho públicamente quiere decir que la paciencia del presidente de la República ha llegado a su límite.

La orden del presidente de la República se difundió por todos los medios dentro y fuera de Veracruz. Es decir, no hay duda de que tal recomendación haya sido exhibida en público a Cuitláhuac García Jiménez de parte de Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, el equipo improvisado de Comunicación Social que tergiversa toda la realidad del estado ahora asegura que el gobernador veracruzano asistirá a Oaxaca, por voluntad propia, para entrevistarse con Alejandro Murat y conocer la manera en que se crea infraestructura carretera que ofrece trabajo a los pueblos originarios.

«Me gustaría que Cuitláhuac, junto con las autoridades del estado de Veracruz, fueran a visitar Oaxaca y que Adelfo Regino del Instituto de Pueblos Indígenas los acompañe», fue lo que señaló el Presidente.

Públicamente ordenó a Cuitláhuac García que visite Oaxaca «para que vea como lo están haciendo para que se puedan asignar todos los recursos y en el sexenio dejemos todo pavimentado, la mayor parte de los caminos que se necesitan en esta región del estado de Veracruz».

El Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, sí atenderá la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador y viajará a Oaxaca para copiar el modelo de obras que aplican en aquel estado, pero dicen quienes le mueven la imagen, que será en representación de López Obrador, cuando en realidad se trata de un jalón de orejas.

Los veracruzanos se preguntan de dónde salió Cuitláhuac que no sabe hacer nada, peor aún, ni siquiera permite que las cosas le salgan mal, prefiere no hacerlas. El gobernador veracruzano, para evitar críticas de que no sabe hacer su trabajo, mejor no trabaja y se ahorra las críticas en su contra.

Los tiempos en los que el presidente le alzaba la mano como a un triunfador, ya pasaron, son parte del pasado. No hay ahora justificación de triunfo alguno en una administración que no trabaja. Pero crea una cortina de humo para que la gente considere que ha sido elegido por el Presidente como su representante, para visitar Oaxaca y preguntar a los perdedores en las urnas cómo le hacen para dar trabajo a los miembros de los pueblos originarios en la construcción de carreteras.

El gobierno veracruzano no entendió el sarcasmo, debió pensar en las palabras de López Obrador mucho tiempo para poder creer que se trata de una representación presidencial y no de un regaño. Enviar a que aprenda de otros, aunque sea del mismo partido es ya un insulto, por lo menos un verdadero ridículo, pero enviar a un gobernador de Morena a que aprenda de los priistas -que prácticamente no existen en el mapa político del país-, debe ser una auténtica vergüenza.

Hace poco menos de un año, Alejandro Murat amenazó con cerrar la frontera entre Veracruz y Oaxaca; ahora el gobernador del estado aludido tendrá que solicitar ayuda a quien dijo que había una gran incapacidad para detener a la delincuencia en terreno veracruzano.

En abril del año pasado Alejandro Murat no tuvo otra alternativa que intentar cerrar los límites con Veracruz para que la violencia no se apoderara de la entidad oaxaqueña a través del efecto cucaracha, que consiste en que los delincuentes, al ser perseguidos, se refugian en estados vecinos.

Lo que afirmó Murat fue: «los señalamientos del deterioro en los derechos humanos y el fracaso de sus políticas públicas hacen de la entidad vecina (Veracruz) un problema regional».

El pretexto de que el entonces fiscal Jorge Winckler bloqueaba su trabajo en materia de Seguridad, ya no existe; sin embargo, el gobernador de Veracruz sigue pidiendo ayuda en esta y otras materias al gobierno federal para hacer creer que se trabaja en la entidad. Nada más falso.

Ordenar la asesoría de un miembro de partido contrario, con el que se chocó en múltiples ocasiones, con un gobernador que quería colocar un muro para que los veracruzanos no pasaran a Oaxaca, denota no sólo falta de confianza sino una grave sanción pública.

PEGA Y CORRE. – Es tiempo de rumores, sin duda, y los medios ansiosos de noticias escandalosas y que perjudiquen la verdad, anunciaron que los productos chatarra aumentarían su precio como una especie de impuestos, pero se sabe que muchos mexicanos tienen en ese tipo de comida su único alimento, por lo que se desmintió la noticia… 

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