Este domingo fue sepultado el cuerpo del niño José Ángel, estudiante de sexto de primaria, quien disparó en el Colegio Cervantes en Torreón y mató a una maestra, lesionó a seis personas más y después se suicidó.
Al lugar asistieron familiares y amigos de la familia, quienes acompañaron los restos del pequeño de 11 años en un féretro de color café fue trasladado en una carroza seguida por sus familiares al panteón Jardines del Parque de Torreón, en Coahuila, donde fue sepultado. En la tumba del niño se instalaron algunas coronas fúnebres que decían: “Dios te bendiga mi niño”, “Te vamos extrañar”.
Cabe señalar que en las leyes de la Iglesia católica, según los cánones 1184/1185, ningún sacerdote puede concede las exequias eclesiásticas (misa fúnebre) a los “pecadores manifiestos” (como es el caso de los suicidios), “a no ser que antes de la muerte hubieran dado alguna señal de arrepentimiento”.
“De cualquier modo, como resta posibilidad de que Dios le haya concedido in extremis (los últimos instantes) al suicida la gracia del perfecto arrepentimiento, sin que él lo haya podido manifestar públicamente, está permitido rezar privadamente por el difunto, e incluso encomendar misas por su intención, de que éstas sean celebradas privadamente y asistidas apenas por los familiares y amigos más íntimos, sin darle al acto ningún carácter social)”, refiere la iglesia.
Sepultan el cuerpo de Miss Mary
De manera paralela, familiares, amigos, alumnos, maestros dieron el último adiós a María Assaff Medina, maestra quien también murió en el tiroteo que ocasionó uno de sus alumnos, le dieron el último adiós.
A las 9:30 de la mañana del domingo, se realizó una misa de cuerpo presente en la capilla de la Funeraria Serna ubicada en Gómez Palacio, Durango, de donde era originaria la profesora.
Durante la ceremonia, el sacerdote señalo que la maestra fue una heroína, al evitar que pudieran registrarse una desgracia más grande en la escuela. Al concluir el culto la carroza que llevaba los restos de miss Mary partió rumbo al panteón donde descasaran sus restos.
agv