La poca exposición al Sol cambia el comportamiento de las células grasas en las capas profundas de la piel, lo cual aumenta el riesgo de sufrir síndrome metabólico, de acuerdo con un estudio realizado por el Cincinnati Children’s Hospital Medical Center en Estados Unidos.

 

Cabe señalar que este síndrome es un conjunto de trastornos que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, un derrame cerebral y diabetes.

 

En el estudio, publicado en la revista Cell Reports, los investigadores demostraron que la luz del sol regula la forma en que dos tipos de células grasas trabajan juntas para producir las materias primas que todas las demás células utilizan para obtener energía.

 

Para concluir lo anterior, los científicos estudiaron la repuesta que tuvieron ratones a la exposición de temperaturas frías, cerca de los cuatro grados centígrados, y a la exposición a luz artificial.

 

Lo anterior, apuntaron, debido a que los ratones y los humanos usan una reacción de escalofrío como una respuesta interna de quema de grasa para calentarse.

 

El análisis reveló que el proceso de calentamiento interno, y por lo tanto la quema de grasa, se ve comprometido en ausencia ante la exposición a la luz artificial que contiene ondas de luz solar muy bajas.

 

El cuerpo humano, apuntaron, evolucionó a lo largo del tiempo bajo la exposición solar, pero ahora se vive gran parte de los días bajo la luz artificial que no proporciona el espectro completo que se recibe del Sol.

 

Los investigadores comentaron que los datos llevan a concluir que la luz solar es necesaria para el metabolismo.

gac