Investigadores de las universidades de Exeter y Cardiff, en Reino Unido, descubrieron que el hielo marino del Ártico no puede “recuperarse rápidamente” si éste se derritió debido a los efectos del cambio climático.
Para llegar a esta conclusión, los científicos emplearon almejas Quahog, las cuales resisten durante cientos de años, y modelos climáticos, para descubrir cómo ha cambiado la capa de hielo en esta zona geográfica en los últimos mil años.
Se cree que éstas son las más longevas de la Tierra y sus caparazones producen anillos de crecimiento que pueden examinarse para medir los cambios ambientales pasados.
El estudio examinó si los cambios de hielo ocurridos en el pasado al norte de Islandia fueron “forzados”, a causa de erupciones volcánicas y variaciones en los rayos del sol, o “no forzados” (parte de un patrón natural).
Según el autor principal de la investigación, Paul Halloran, un tercio de las variaciones pasadas se debieron a condiciones “forzadas”, lo que demuestra que el sistema climático es “muy sensible” a tales factores.
“Cada vez hay más pruebas de que muchos aspectos de nuestro clima cambiante no son causados por la variación natural, sino que se deben a ciertos eventos”, indicó el profesor de Geografía en la Universidad de Exeter.
Expresó en el artículo publicado en la revista Scientific Reports que se titula “Natural drivers of multidecadal Arctic sea ice variability over the last millennium“, que actualmente el factor climático se relaciona directamente con la actividad humana.
El coautor del estudio, Ian Hall, de la Universidad de Cardiff, dijo que estos resultados les dan una mayor confianza en lo que los modelos climáticos indican sobre la pérdida de hielo marino.
EFVE