A dos días de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el país está ultimando detalles en materia de políticas públicas y, al mismo tiempo, promoviendo un “relanzamiento” británico ante el mundo, a partir del 1 de febrero.

Por ejemplo, en el tema migratorio, el Gobierno encabezado por Boris Johnson ha querido limar las “esquinas” aislacionistas de su anterior discurso anti-UE. Por lo mismo, anunció un visado “exprés” a partir de febrero, destinado a atraer científicos y estudiantes de alto nivel.

“El Reino Unido está abierto a las mentes más talentosas (…) y estamos listos para apoyarlos y que hagan realidad sus ideas”, reiteró el primer ministro.

Con respecto a la futura relación bilateral entre el Reino Unido y la UE, el Gobierno ha insistido en comunicar que, salvo las estructuras burocráticas que servían de enlace con la UE, no habrá cambios sustanciales para ciudadanos o negocios hasta, por lo menos, el 31 de diciembre de 2020.

Esta fecha ha sido mencionada por Johnson como su “límite” personal para lograr un tratado con Bruselas, pero puede que ello quede solo en una aspiración, ya que, como declaró en diciembre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estas negociaciones suelen alargarse.

Por otro lado, en un gesto cargado de significado, funcionarios británicos participaron ayer en su última sesión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, tras 47 años de membresía en el bloque.

Como a estas reuniones asisten representantes de los estados miembro, la presencia de Christopher Pincher, ministro para Europa y América ha marcado, literalmente, un antes y un después.

Tras la reunión, Pincher comentó vía Twitter que el Reino Unido “está deseoso de que llegue el próximo capítulo” en su relación con Bruselas. Asimismo, agregó que su asistencia al Consejo fue “para reafirmar que, aunque nos vamos de la UE, no nos vamos de Europa”, al tiempo que subrayó el compromiso del Gobierno de Johnson de “abogar por el libre comercio, abordar las injusticias y defender los valores compartidos”.

Frase

“Cuanto más acceso a nuestro mercado interno quiera el Reino Unido, más tenemos que converger en reglas y normas. Si Boris Johnson quiere un acuerdo en 11 meses con cuotas y aranceles cero, necesitamos igualdad de condiciones”
Amelie de Montchalin
Secretaria de Asuntos Europeos de Francia

 

En Berlín y París, preocupados por nuevo comercio

POR: GABRIELA BACZYNSKA Y PHILIP BLENKINSOP, REUTERS

Ministros franceses y alemanes advirtieron que había poco tiempo para concertar un nuevo acuerdo comercial con Reino Unido, mientras llegaban el martes a la última reunión de autoridades de la Unión Europea en Bruselas, con presencia de representantes británicos.

Reino Unido abandona la UE el viernes, después de más de cuatro décadas, con lo que se pone en marcha el reloj para acordar, antes de que acabe 2020, una nueva relación que abarque áreas que van desde el comercio hasta la seguridad.

La ministra francesa Amelie de Montchalin declaró que “el grado de apertura económica dependerá del grado de convergencia (…) es imposible en 11 meses concebir un sistema comercial completamente nuevo”.

Su mensaje fue repetido por su homólogo alemán, Michael Roth: “No tenemos mucho tiempo (…) Nuestra oferta está sobre la mesa para que las relaciones sean lo más estrechas posibles. Le toca a la parte británica dejar claro cómo ven las relaciones entre la UE y el Reino Unido”.

 

LEG