Tom Cruise tuvo un arranque de vida que parecía predestinado al fracaso. Tuvo tantas dificultades para terminar la primaria por problemas de dislexia, que no pudo con la secundaria. Incursionó en un seminario católico, pero no soportó más de un año. Sobresaliente en deportes, tuvo que dejarlos por una lesión en la rodilla que lo volvió a llevar por otro camino.

 

Tomas Cuise Mapother IV, descendiente de emigrantes irlandeses, nació el 3 de julio de 1962 en Siracusa, Nueva York. A los 18 años ya había estado en 15 escuelas de Estados Unidos y Canadá. Después de tantos fracasos, retomó una de sus pasiones: la actuación, y entró a la Escuela de Interpretación Neighborhood Playhouse School of Theatre, en el corazón de Nueva York.

 

Aunque como figura en la industria del entretenimiento su vida personal, sobretodo la amorosa, fue siempre objeto de escrutinio público, Cruise había podido minimizar los daños. Pero el 28 de junio pasado, todo eso cambió. Su tercera esposa, Katie Holmes, le pidió el divorcio por, al parecer, haber llevado a su familia a una inmersión excesiva en la Cienciología y por su determinación de inscribir a su pequeña hija en un centro de capacitación para líderes de la Iglesia.

 

La revelación de los detalles del divorcio, donde Holmes dejó trascender que toda la documentación legal la hizo a espaldas de Cruise por temor a represalias, dejó al actor expuesto por primera vez al juicio popular sobre su vida, entregada a la Iglesia de la Cienciología, ahora se supone, por encima de todo lo demás.

 

La siquiatría, ilegal

 

Cruise nació y fue educado como católico, renunció en 1990 a sus creencias para abrazar las enseñanzas de la Iglesia de la Cienciología. Su cambio radical se debió, afirmó en su momento, a que había sido la guía y las lecciones de esa Iglesia, las que lo habían curado de la dislexia.

 

Pero no llegó solo a la Iglesia de la Cienciología. Entró de la mano de su primera esposa, la actriz Mimi Rogers, con quien se casó en 1987. Rogers, seis años mayor que él, había estado casada con James Rogers, que era uno de los más importantes líderes y consejeros de la Iglesia de la Cienciología.

 

Pocos actores como él se volvieron tan públicamente entregados a la Cienciología. Hizo campañas en Europa para que fuera reconocida como religión, y recaudó fondos para proyectos sociales específicos. Su involucramiento con esa Iglesia no estuvo alejado de la polémica.

 

Hace un par de años, se vio obligado a disculparse con la actriz Brooke Shields, a quien había criticado por haber utilizado antidepresivos para salir del post-parto de su primera hija. “Que se dedique a salvar al mundo de los alienígenas”, respondió Shields a los comentarios de Cruise, quien antes había afirmado que la siquiatría debía ser declarada ilegal.

 

Dos años después de casarse con Rogers, se separaron.

 

En 1989, Cruise conoció a la actriz australiana Nicole Kidman durante la filmación de Días de trueno y al año, se casó con ella. La pareja era considerada una de las más sólidas de Hollywood, no sólo por la fama de ambos, sino porque se mantenían fuera del escándalo, la frivolidad y arropaban muchas causas benéficas.

 

La pareja adoptó a Isabella Jane y Anthony Connor. Once años duraron juntos. Unos cuantos días antes de celebrar el décimo aniversario de la boda, Cruise pidió el divorcio. ¿Los motivos? Se dijeron varias cosas, desde que el acuerdo prenupcial involucraba mucho dinero si cumplían los diez años de casados; los desacuerdos por la educación para los niños, pues Cruise quería que fuera dentro de la Cienciología, y Kidman quería el catolicismo; así como el rumor de un romance entre Tom y su coprotagonista en Vanilla Sky, Penélope Cruz.

 

En junio de 2004, buscando a la actriz que lo acompañaría en Misión Imposible III, conoció a Katie Holmes, una joven 17 años menor que él, educada por jesuitas, que había tenido su papel más relevante en el cine como la novia de Bruce Wyne en Batman Begins.

 

Dos años después, Holmes aceptó casarse con Tom Cruise y retirarse del medio por un tiempo, por lo que rechazó proyectos como la segunda parte de Batman. La vida matrimonial la tuvo fuera de la pantalla hasta 2009, cuando grabó tres cintas. En 2011, regresó a la televisión con la interpretación de Jackie Kennedy en  la serie Los Kennedy.

 

El romance había tenido un prólogo digno de Hollywood. En 2005 se dio a conocer el compromiso y matrimonio en una publicitada entrega del anillo en lo alto de la torre Eiffel, en París, y con el actor saltando en el sillón del estudio de Oprah Winfrey mientras hablaba sobre el tema. El exceso de euforia generó que se especulara sobre si la boda era realmente por amor, o sólo un truco publicitario para ambos.

 

Durante este tiempo, Tom introdujo a Katie a la Cienciología, por lo que fue sometida a una serie de pruebas, dietas y cursos lo que la llevó a retirarse para  “purificarse” y ser aceptada en la iglesia. Antes de la boda, la pareja anunció que esperaban a un bebé y, el 18 de abril de 2006, nació su hija, Suri.

 

Siete meses después, contrajeron matrimonio bajo los términos de la Cienciología, en el castillo de Odescalchi en Bracciano, Italia, y tuvieron un acuerdo prenupcial registrado, en el que se estipula que la actriz recibiría por cada año de casada con Tom una compensación de tres millones de dólares en caso de divorcio.

 

No había nada que pareciera oscurecerles la vida pero, de manera inesperada, el pasado 28 de junio, Katie puso una demanda de divorcio con la que el cuento de hadas se desvaneció.