El mexicano Abel Revill Ochoa de 47 años, naturalizado en Estados Unidos, fue condenado a la inyección letal por el asesinato de su familia en 2002.
Alrededor de las 18:30 horas, recibió una dosis letal del sedante pentobarbital en la prisión de Huntsville, cerca de Houston.
Los recursos de apelación de la defensa sobre Revill Ochoa, originario de Durango, fueron rechazados por el poder judicial tanto local como federal.
Cabe recordar que un 4 de agosto de 2002 fue la última vez que se vio a la familia completa; el condenado vivía en Dallas, junto a su esposa Cecilia y sus hijas Crystal de 7 años y Anahí de 9 meses.
Luego de ir a misa, Abel le pidió 10 dólares a su esposa para comprar crack, droga a la que era adicto, y luego de ingerirla se dirigió a asesinar a su esposa, su cuñada Jaqueline, a su suegro Bartolo, su hija Crystal y a su bebé de meses; a su vez, otra de sus cuñadas logró sobrevivir, sin embargo quedó mal herida.
Unas horas después, Abel fue detenido por el asesinato de sus familiares en un cajero automático sacando dinero de una tarjeta de su esposa.
Al ser interrogado, el sujeto argumentó a las autoridades que había sido poseído por el diablo, el cual fue quien lo obligó a privar de la vida a su familia.
Con información de Noticieros Televisa.