El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció que si bien las finanzas públicas en 2019 tuvieron buenos resultados, esto se logró recurriendo a mecanismos transitorios como lo fue el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), que de mantenerse implican serios riesgos para la economía en adelante.
En su análisis semanal, refirió que según la Secretaría de Hacienda, las finanzas públicas del país lograron un superávit de 1.1% en relación con el PIB al cierre del cuarto trimestre de 2019, lo cual genera confianza en los mercados acerca de la salud y fortaleza de las finanzas públicas.
Sin embargo, cuestiona “el origen del superávit para apreciar su sostenibilidad en el mediano y largo plazos”.
Y es que recordó que se combinaron el uso de recursos no recurrentes y una reducción del gasto no programable para cubrir el faltante de ingresos, consecuencia de su sobrestimación sobre el crecimiento del PIB de 2%, pero resultó ser -0.1%.
Lo que resulta preocupante, según el CEESP, es que el presupuesto para este año se basa en proyecciones poco realistas de los ingresos tributarios y en ingresos petroleros y además continua la represión de gastos.
DAMG