El príncipe Enrique de Gran Bretaña comenzó el miércoles la última ronda de sus deberes reales con una nota informal, dejando en claro a la audiencia que escuchaba su discurso sobre viajes sostenibles en Edimburgo que debía llamarlo simplemente por su nombre.
El nieto de la reina Isabel II y su esposa estadounidense Meghan, los duques de Sussex, han anunciado que renunciarán a sus deberes como altos miembros de la realeza el mes próximo para pasar más tiempo en América del Norte.
Aunque Enrique ya no será conocido como su Alteza Real, igual será un príncipe.
Pero antes de su discurso del miércoles, la anfitriona del evento Ayesha Hazarika dijo a los delegados: “Ha dejado claro que todos debemos llamarlo Enrique“.
Los duques habían estado en Canadá con su hijo Archie durante varias semanas, pero el príncipe regresó el martes a Gran Bretaña, según medios locales.
El viernes tiene previsto visitar los estudios de Abbey Road en el norte de Londres, donde los Beatles grabaron 11 de sus 13 discos, para reunirse con el cantante Jon Bon Jovi y el Coro de Invictus Games, que grabarán un tema para beneficencia.
Su viaje a Gran Bretaña se produce después de las noticias de la semana pasada de que él y Meghan dejarán de usar la palabra “real” en su marca, luego de semanas de conversaciones entre la pareja y la familia real sobre cómo se presentarán al mundo en el futuro.
Enrique ha hablado de su tristeza por verse obligado a abandonar sus deberes reales, al decir que no había otra opción si él y Meghan, una actriz estadounidense, querían buscar un futuro independiente lejos de la sofocante intrusión de los medios.
PAL