El presidente de Zambia, país en África Oriental, confirmó hoy que han muerto, desde el pasado diciembre, al menos 50 personas por extraños ataques con gases venenosos.
Los ataques comenzaron en diciembre de 2019 en la provincia minera de Copperbelt, extendiéndose gradualmente a la capital y afectando a más de mil personas en total.
Algunos ciudadanos han mostrado temor a los efectos que este misterioso gas puede causar y han difundido en redes sociales diversas teorías sobre el origen de este, como una que apunta a un grupo de brujería, reportó la agencia informativa Nova.
En 2019, varias personas fueron rociadas con la sustancia química. Luego de que a una de las víctimas le vaciaron su sangre tras morir, testigos y la policía consideran a los rituales como una posible causa de los asesinatos.
El presidente zambiano, Edgar Lungu, condenó este viernes que el gaseamiento sobre ciudadanos ahora se haya trasladado a las zonas rurales, pero advirtió a quienes los elaboran, “corren el riesgo de enfrentar la ira de la ley”, reportó el diario Lusaka Times.
En febrero, el ministro del interior, Steven Kampyongo, dijo que ante este pánico, al menos 46 personas han sido linchadas por los ciudadanos que los acusaban de pertenecer a las bandas criminales responsables de los ataques, pero en la mayoría de los casos no estaban relacionados.
Más de mil 500 personas, incluidos niños, han sido hospitalizadas por inhalar los gases tóxicos rociados en sus hogares y escuelas. “Mi gobierno es consciente de que algunos líderes tradicionales, líderes de la iglesia y líderes cívicos han instigado directa o indirectamente estos ataques”, afirmó hoy Lungu.
La oposición política y diversos grupos han rechazado que se les culpe por los ataques con gases. El gobierno ha desplegado soldados para reprimir a las pandillas que rocían gas contra los civiles.
ica