El equipo femenil de futbol americano, Guerreras acudió a jugar a Honduras el fin de semana pasado, y gracias a la pandemia por Covid-19, se encuentran atoradas en la nación centroamericana, y no saben cuando podrán regresar a México.
“Salimos el martes en la mañana hacia Honduras. Desde El Salvador a Honduras fue por vía terrestre. Cuando cruzamos la frontera de El Salvador vimos en las noticias que la iban a cerrar. Nos empezamos a asustar pero no se nos había comentado nada. Además, la gente de Honduras nos dijo que se iba a jugar sin problemas. No teníamos sospecha de que se iba a cancelar”, dijo América Peña, jugadora de 33 años del representativo.
El torneo, en el que estaba previsto que compitiesen equipos de nueve nacionalidades, comenzó únicamente con cuatro equipos: México, Estados Unidos, Honduras y Costa Rica. Las medidas de control decretadas por el gobierno ante la epidemia de coronavirus obligaron a la suspensión del torneo a la mitad. Ahora la gran preocupación de la delegación mexicana es poder regresar.
Al cierre de la edición, el contingente de 85 personas no tenía idea de como regresarían a Torreón, de donde es originario el equipo.
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