La contingencia por el coronavirus (Covid-19) a nivel mundial afectará al Gobierno federal, principalmente en la rentabilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex), no sólo por una baja demanda del combustible, sino por el desplome en los precios del crudo que le reducirán los ingresos para las finanzas públicas, poniendo en riesgo la calificación de la empresa y del país, advirtió Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
Al presentar el informe “Impacto del Covid-19 en la economía mexicana”, el especialista explicó que ante el brote de la pandemia mundial, se nota una menor demanda global del combustible al cancelarse la operación de vuelos, embarcaciones y un menor uso del automóvil en el caso de las personas que están resguardadas en sus hogares.
“En donde más se va a afectar al Gobierno federal es en Pemex, porque vemos una caída abrupta en los precios del petróleo por una menor demanda global, y una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, que resulta una caída todavía más pronunciada”, dijo.
Refirió que el año pasado, Pemex perdió 18 mil millones de dólares con un precio del barril de petróleo que oscilaba en 50 dólares, para este año la pérdida será mayor con costos por debajo de los 20 dólares por barril.
“Esto va a afectar de manera significativa el balance de Pemex y hay que afrontar esta situación con: una suspensión de todas las emisiones de Pemex, pues sus bonos han tenido caídas importantes; detener la construcción de la refinería en Dos Bocas y reducir al máximo la actividad de refinación para importar gasolinas, ya que le saldría más barato que producirlas; además de hacer un esfuerzo importante de contención en todos los brazos de Pemex”, afirmó.
Y es que recordó que si se hubieran mantenido los farmouts, esquema de asociación de Pemex con privados, se compartirían las cargas económicas, pero ahora aunque se reanudaran, habría pocas empresas o ninguna interesada en colaborar con la petrolera, ante los bajos precios del petróleo.
Y alerta freno de inversiones por la consulta en Mexicali
La cancelación de la planta de Constellation Brands en Mexicali, Baja California, es igual o más grave que la del aeropuerto de Texcoco, ya que afecta la confianza en los inversionistas privados y manda una señal negativa a los mercados sobre la forma en que se toman las decisiones por parte del Gobierno, dijo el economista en Jefe de BBVA México, Carlos Serrano.
Argumentó en conferencia de prensa que la medida se toma además en el peor momento, ya que muestra que no hay Estado de derecho, que se toman decisiones no democráticas, además confirma que es un modo de tomar decisiones de un gobierno en plenas funciones.
Y es que, opinó, se trató de una decisión antidemocrática, debido a que en la consulta solo participó 3.0% de la población de Mexicali, y en ningún lugar del mundo se hacen este tipo de ejercicios cuando una obra ya inició.
cs