Foto: Archivo 24 Horas Desestimar las necesidades de las empresas en esta crisis, que sin duda se agravará, llevará a un mayor deterioro de la actividad económica  

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró “vital y urgente” un programa de alivio a la crisis económica y de apoyo para mitigar los efectos sobre la población más vulnerable y el aparato productivo, que es la principal fuente de empleo e ingreso de las familias.

 

En su análisis semanal, señala que hasta el momento no se perciben acciones claras del gobierno federal que apunten en esa dirección.

 

Se insiste en señales de política económica que no muestran un rumbo claro de la estrategia gubernamental, e incluso, se podría decir que el objetivo se ajusta más a un tema político electoral que de bienestar y crecimiento, argumentó.

 

Relató que el pasado 5 de abril el presidente presentó su informe trimestral en donde hizo un resumen de sus programas que ya estaban presupuestados, pero “no presentó una estrategia clara e integral para hacer frente a la crisis, sino que solo anticipó algunas medidas para hacerlo mediante el Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo que expuso en su informe”.

 

El Centro refirió parte del informe presidencial de esa fecha relacionado con la estrategia para enfrentar la pandemia del COVID-19, el total de personas contagiadas, la situación de hospitales y del sector salud y de las acciones para reactivar rápidamente la economía, como la de no incrementar los precios de los combustibles.

 

Sobre este último punto, expuso que ello fue posible gracias a la reducción reciente del precio del crudo y a que se decidió no ajustar al alza el impuesto, lo que actúa en contra de la salud de las finanzas públicas, en un momento en que éstas se ven afectadas por la misma caída del precio del petróleo.

 

El CCESP cuestionó además la permanencia de los programas sociales asistenciales y proyectos insignia, ya que no está claro qué tan efectivos sean los programas actuales para reducir la pobreza en el país y también es dudoso que los proyectos de inversión generen rentabilidad social.

 

No obstante, argumentó, en todo caso lo que se requiere en este momento son medidas urgentes de corto plazo, que tengan un impacto inmediato como mitigante de la situación difícil de, al menos, la mayoría de la población desprotegida en esta crisis como amortiguador de las pérdidas de empleo o ingresos de los trabajadores formales, y como apoyo a las empresas que sufrirán problemas de liquidez.

 

Desestimar las necesidades de las empresas en esta crisis, que sin duda se agravará, llevará a un mayor deterioro de la actividad económica.

 

En un entorno como éste, añadió, “esperar que la recaudación se incremente y al mismo tiempo se puedan crear dos millones de empleos en los próximos nueve meses, como lo aseveran las autoridades, es improbable. De hecho, se anticipa un escenario a la inversa, en el que la recaudación se contraiga sustancialmente y se pierdan quizá más de un millón de puestos de trabajo”.

 

MGL