El número de muertos por el sismo de 5.7 grados en la escala de Richter que golpeó el pasado miércoles la ciudad de Van, en el este de Turquía, se elevó a 13, luego que los equipos de rescate sacaron el cuerpo de otra víctima.
Entre las personas fallecidas se encuentra un trabajador humanitario japonés que había llegado a Turquía para realizar tareas de rescate tras el devastador terremoto de 7.2 grados en la escala de Richter del 23 de octubre pasado.
Un portavoz de la Agencia de Emergencias y Desastres (AFAD) de Turquía señaló que el cuerpo de un hombre de mediana edad fue recuperado del Hotel Bayram, donde se encontraban varios periodistas y trabajadores humanitarios que habían llegado a Van tras el primer sismo.
De acuerdo con la AFAD, oficina que depende del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, cientos de socorristas han sido movilizados para atender a los sobrevivientes del sismo, reportó la agencia turca de noticias Anatolia.
Sin embargo, habitantes de la ciudad de Van, capital de la provincia del mismo nombre, han denunciado la pésima actuación de las autoridades locales y estatales ante los sismos recientes registrados en esa zona.
Muchos de los sobrevivientes del terremoto de octubre siguen viviendo en improvisados campamentos al aire libre cuando las temperaturas están descendiendo bruscamente y el sismo del miércoles provocó el corte del fluido eléctrico en la zona.
La mayoría de los 25 edificios destruidos en Van había sufrido ya daños severos en el sismo de 7.2 grados de magnitud y habían sido evacuados, por lo que nadie se encontraba en éstos en el momento del nuevo terremoto.
Sin embargo, dos hoteles que, aparentemente, no habían sufrido desperfectos se desplomaron, dejando atrapados a varios de sus huéspedes.
