Francia López de 26 años, enfermera de la Unidad de Gineco pediatría, número 3A del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue agredida con mordidas, patadas y escupitajos el pasado viernes 17 de abril.
Los hechos se dieron en la esquina de Natal y Montevideo, ubicado en la colonia Lindavista de la alcaldía Gustavo A. Madero.
A través de un video de seguridad, se puede observar el momento exacto en que un auto de color gris salió de su domicilio y el conductor le avienta el auto a la mujer.
Hubo intercambio de palabras; posteriormente, Francia siguió su camino cuando el sujeto se apresuró para estacionar el carro y perseguir a la fémina, cuando también una mujer que había visto el problema se une al hombre y fueron tras la enfermera.
En una entrevista para Imagen, la trabajadora de la Salud detalló: “Me gritaba infectada, que porque yo le llevé la enfermedad hasta la puerta de su casa; me golpearon, me patearon, o sea me arrastraron, me escupieron la cara hasta que se cansaron, según ellos con su idea de que yo como estacioné el carro afuera de su casa y yo iba del hospital fui a contaminarlos, a contaminar la entrada de su casa”.
Cabe detallar que las principales pruebas de la agresión se muestran con cicatrices en la cara, dos dedos índice y medios vendados.
“Me luxaron el dedo medio porque él me lo mordió, yo sentía que me lo quería arrancar, hasta cierto punto yo peleé como pude, la verdad sí me quise defender porque pues ya era un ataque muy muy feo el que me estaban haciendo entre ambos, pero llegó un momento en el que ya decidí no pelear, porque sentía que si jalaba más mi mano me iba arrancar el dedo”, dijo Francia.
La golpiza fue intervenida y detenida por testigos que había en el lugar, entre ellos una compañera de la enfermera.
Aparentemente, el argumento de la mujer que se sumó a la agresión contra la trabajadora de la salud, es que estacionó su carro frente a su entrada, por lo que no sólo obstruye su salida, sino que también la contaminó; sin embargo, Francia insiste en que pensó que la casa estaba abandonada, no estaba consciente de que alguien estuviera allí.
La enfermera intentó pedir disculpas por estacionarse ahí, fue cuando el sujeto fue por ella.
“Ahora ya tengo más miedo de la ignorancia de la gente, porque el Covid lo podemos de alguna manera evitar haciendo las indicaciones que se nos dan. Yo no sé si a ellos, en especial estas dos personas no les quedó claro que eso es más por contacto, yo no los había tocado, ni había ido a toserles afuera de su casa, ni mucho menos, sólo estacioné mi carro entonces ahorita mi miedo es la ignorancia”.