La contingencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 obligó a todos los sectores de la población a encontrar nuevas formas de realizar las actividades desde casa. El sector educativo es uno de ellos. En México, desde el 20 de abril, los docentes convirtieron sus hogares en espacio de trabajo, desde donde imparten clases virtuales.
Esta medida, tomada en varios países de Latinoamérica, ha sido cuestionada por especialistas, quienes han advertido que la desigualdad que existe en México pone en desventaja a infantes que no cuentan con Internet o herramientas tecnológicas para continuar con sus clases, lo cual podría provocar deserción escolar.
Pero ¿cómo están viviendo los docentes del país esta transición? ¿Cuáles son los retos a los que se han enfrentado y cómo los han resuelto? ¿Qué fortalezas y debilidades ven en este modelo educativo? Notimex contactó a maestros de educación básica de varios estados de la República, quienes compartieron cómo ha sido su experiencia en la primera semana del regreso a clases.
Ricardo Camacho. Docente de primaria desde hace seis años en Torreón, Coahuila
– Las primeras semanas fueron de incertidumbre, ya que no sabíamos muy bien qué íbamos hacer. Poco a poco pude planear mejor las actividades, pero sólo logré ponerme en contacto con la mitad de mis alumnos. La otra parte del grupo no cuenta con las tecnologías para localizarlos, aún así he tratado de pedir ayuda a algunas mamás para que entreguen los trabajos que voy poniendo por día.
La mayor dificultad es la melancolía de no poder hacer lo que me gusta. Trabajar con ellos de frente y avanzando juntos, pero trato de sacar adelante con lo que se puede.
Hace falta una sociedad más equitativa en los recursos. La economía del país no permite actuar de la misma manera a todos. En el caso de mi grupo, sólo puedo dar las clases por WhatsApp, porque tienen para poner los 20 pesos de saldo, pero no para pagar el Internet o una laptop, hablo sólo de la mitad del grupo, ya que la otra parte ni para eso tiene.
Lo positivo es que, a pesar de la adversidad, se sigue trabajando. Mis alumnos con los que he tenido contacto tratan de entregar los trabajos de la mejor manera y sobre todo me piden resolver sus dudas.
María Dolores Silva Herrera. Docente desde hace 10 años en la comunidad Sauz Bajo, Pedro Escobedo, Querétaro
– Tengo que buscar la manera que los alumnos concluyan su aprendizaje. No todos cuentan con una computadora o Internet; algunos canales en línea están saturados o no los pueden ver, yo organizo mis actividades y ellos las realizan en casa. Los que pueden y tienen los medios toman clase en línea, pues la falta de recursos les perjudica en las comunidades.
No hay dificultad de trabajar. Yo les facilito su trabajo enviando en PDF o vía WhatsApp las actividades. Sería bueno que las autoridades brindaran apoyo de Internet gratis para un mejor aprendizaje a los estudiantes y así cumplir con los lineamientos de ver las clases en línea.
Hace falta conciencia, apoyo, responsabilidad de las autoridades para que todo niño reciba una educación buena. No saben la situación de cada familia que está pasando y piden algo que no está a sus alcances, a la mayoría le falta una computadora, Internet. Lo positivo es que es un manejo de tecnologías nuevas y funcionales, pero recordemos no todos tienen estos recursos.
Rogelio Hernández Ortega. Maestro de bachillerato desde hace seis años en Veracruz
– Es un reto que no había hecho antes, quizás no un reto tecnológico porque en mi caso conocía todas las herramientas, programas, plataformas, pero un reto por la logística que esto conlleva con ellos. A veces parece que el trabajo es mayor ahora que en el salón de clase.
No todos (los estudiantes) han acudido, tengo un porcentaje bajo de alumnos que no han participado. Mi mayor dificultad quizás ha sido el cambio de experiencia. Estamos tan acostumbrados a ver a los alumnos, estar frente a ellos, ver si entienden o no, que con este medio virtual se siente que algo falta. En cuestión de medios tecnológicos, las herramientas están y son accesibles pero creo que el cambio de medio real a virtual sí afecta.
Creo que faltan varios pasos, el implementar mejores formas de comunicarnos, que las herramientas de evaluación sean más justas y objetivas (es fácil que se copien si nadie los ve) y, claro, problemas técnicos como velocidad de Internet.
Veo positivo que no se están perdiendo clases. De una forma u otra estamos avanzando en la educación, aún siento que es lento y falta mucho pero es un buen parámetro.
María del Refugio García Salinas. Docente de primaria desde hace 14 años en la comunidad Agua Nueva, Saltillo, Coahuila
– Es una experiencia nueva. Nunca había impartido las clases de esta forma. Es creativa, positiva y práctica para mí y mis alumnos en el uso de las nuevas tecnologías.
La mayoría de los alumnos están en línea. Sí hay alumnos que no están en contacto, pero son pocos, porque no tienen Internet, no cuentan con los dispositivos electrónicos o los padres de familia muestran desinterés por las clases. La falta de comunicación con los padres es una de las problemáticas que se han tenido.
Para que esto funcione y tenga un impacto hace falta tener las herramientas indispensables en casa de los alumnos, porque muchos no cuentan con ello. Que los padres de familia se comprometen en apoyar a los niños y a los docentes.
Veo positivo que los alumnos desarrollan habilidades para el manejo de las nuevas tecnologías. Que no se está perdiendo la comunicación en el plantel educativo, que estamos logrando, a distancia, los aprendizajes esperados y desarrollando habilidades. Y que no se perderá el ciclo escolar.
Carlos Mejía Salinas. Docente de secundaria desde hace siete años en la comunidad El Castillo, Mazatlán, Sinaloa
– La experiencia ha sido buena, alentadora, porque se ha tenido el contacto y la comunicación constante. No es como se quisiera o se pretende, pero algo se está haciendo y creo que es bueno.
No todos los estudiantes han acudido a las clases porque no todos tienen acceso a Internet. Una de las dificultades ha sido tener contacto con el 100% del alumnado. Yo creo que solo con el 60 por ciento (ha tenido contacto). Esto (la pandemia) nos tomó a todos desprevenidos y México no está preparado para dar una cobertura al 100 por ciento así.
Lo positivo es que se pretende llegar al propósito que tenemos nosotros como docentes en la educación, que es que el perfil de egreso sea correcto y el adecuado para los alumnos y estamos en el proceso. A lo mejor no lo hemos logrado, pero estamos en proceso y este tipo de medidas o de estrategias que se están utilizando van en pro de eso.
MGL