Foto: Captura de Pantalla La construcción de la obra fue detenida por conflictos con las constructoras que registraron diversas irregularidades, por lo que les rescindieron los contratos  

El sótano del inconcluso Instituto Jalisciense de Cancerología, ubicado en el municipio de Zapopan, será acondicionado para el manejo de cadáveres de personas fallecidas por Covid-19.

 

El espacio que se prevé tener listo en 15 días, será administrado por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) y es parte del paquete esencial de infraestructura contra el Coronavirus SARS-CoV-2, anunció el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, a través de redes sociales.

 

“Esperamos no llegar a necesitar este espacio, pero en la estrategia que se ha diseñado, más vale prevenir que lamentar”, señaló.

 

La edificación se encuentra en obra gris y deberá tener obras complementarias como accesos y las instalaciones de servicios básicos de agua y energía eléctrica.

 

Gustavo Quezada Esparza, director del IJCF, adelantó que las instalaciones recibirán cuerpos de personas fallecidas por Covid-19 en hospitales y domicilios particulares, con la intención de darles un manejo digno y no rebasar las capacidades de la dependencia.

 

“Si fallece en un hospital hay que trasladarlo aquí para tener tiempo de hacer los trámites administrativos. Personas que mueran en domicilios debemos garantizar su trazabilidad, sobre todo cuando son personas no identificadas o no reclamadas”, especificó.

 

Cada cuerpo tendrá un archivo básico para cumplir con los lineamientos jurídicos y agilizar su tratamiento debido a que se cuenta con ocho horas para la disposición del cadáver, de acuerdo con los lineamientos estatales.

 

“Buscamos distintas alternativas pero un tema como este no es fácil de ubicar en cualquier lado por lo que genera en términos de percepción”, explicó el gobernador de Jalisco y estimó que al final de la primera semana de mayo las instalaciones estarán disponibles.

 


El Instituto Jalisciense de Cancerología es un proyecto que inició en 2015 y pretendía atender a 70 mil personas por año. Para los trabajos se destinaron 328 millones de pesos en la construcción del espacio para 90 camas, tres quirófanos, sala de urgencias y consulta externa.

 

La construcción de la obra fue detenida por conflictos con las constructoras que registraron diversas irregularidades, por lo que les rescindieron los contratos. La construcción se detuvo en febrero de 2018.

 

 

AR