El comisionado de la Asociación Nacional de Baloncesto, Adam Silver, indicó que para garantizar la seguridad de jugadores y entrenadores en un eventual regreso a la actividad, necesitarían aplicar alrededor de 10 mil pruebas para COVID-19.
En una teleconferencia organizada por el sindicato de jugadores, Silver explicó que necesitarÍan aplicar aproximadamente 10 mil pruebas en el cuidado de los basquetbolistas, staff de coacheo, asistentes, cuerpo médico, personal de las televisoras que van a transmitir los partidos y demás personal indispensable.
Además, advirtió que será necesario que dichas pruebas sean adquiridas aparte de las 250 mil que los gobiernos estatales y municipales aplicarán a sus ciudadanos, para no afectar las medidas de prevención emitidas por las autoridades de salud.
Con estas pruebas quiere Adam Silver construir una burbuja protectora contra el COVID-19, pero la misma desata la interrogante de qué va suceder cuándo haya un resultado positivo.
El mismo comisionado tomó la decisión aquella noche, del 11 de marzo, de suspender la temporada, cuando el francés Rudy Gobert, estrella de Jazz de Utah, fue el primer jugador del circuito en dar positivo por SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
Silver quiere encontrar la fórmula para ello y dijo a los jugadores que si hay un resultado positivo, entonces dará descanso de dos días al equipo del basquetbolista afectado.
La idea de reunir los equipos en una o dos sedes sigue en la lista de posibilidades, en las que se barajan Las Vegas para los equipos de la Conferencia Oeste y la propiedad de Disney en Orlando para los de la Este, aunque no se espera que la decisión sea tomada antes de junio.
ica