Con una actitud de temor, preocupación e incertidumbre, pacientes contagiados de Covid-19 y sus familiares reciben al personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) cuando sus ambulacias acuden para trasladarlos al hospital.

“Puede ser muy diversa la reacción de la familia, depende mucho de la situación, sobre todo cuando ya son situaciones más delicadas; ese temor, esa incertidumbre de si el paciente sobrevivirá o no, hay mucho temor, hay mucho miedo; de repente ese temor y ese miedo, esa desinformación que se genera, a veces hace que la gente se comporte un poquito… no violenta, pero reservada”, relató Alejandro Villegas Ruíz, subdirector de Capacitación y Vinculación del ERUM en una entrevista con 24 HORAS.

Destacó que siempre se le habla con la verdad a los pacientes y familiares; por ejemplo, les da la información que requieren, como por qué el afectado es trasladado mediante una cápsula oxigenada con presión negativa.

El paciente a veces se asusta al ver la cápsula y al personal con los trajes protectores, pero se les explica que es por su seguridad, y no para espantarlos ni para hacer otra cosa, señaló el subdirector.

Resaltó que desde que se genera la llamada de emergencia a través del 911 y se despacha la unidad de primer contacto, se hace la evaluación a pacientes con sospecha de Covid, una evaluación precisa y rápida, con criterios específicos para determinar si el paciente requiere traslado o no.

Las unidades en la que el contagiado es trasladado vienen con una cápsula de aislamiento, donde se le traslada con administración de oxígeno para poder mejorar su condición y nivel corporal.

“Se lleva a los hospitales de la red, el paciente va totalmente aislado dentro de la cápsula, y éstas cápsulas se manejan a través de una filtración de aire con presión negativa, de tal manera que no tenemos riesgos de contagio, el paciente va aislado, va protegido, y el personal va con todo el equipo de protección, como protección corporal, guantes, cubrebocas, lentes, mascarillas de filtro y caretas”, explicó.

Cada ambulancia va tripulada por cuatro personas: el conductor, que va totalmente aislado, así como tres médicos o paramédicos que se encargan de dar la atención y traslado del paciente.

A pesar de la protección con la que se cuenta, Villegas Ruíz afirmó que sí genera miedo e incertidumbre poder contagiarse; por ello, al terminar un traslado no se hace ninguna escala, se dirigen directamente al punto de descontaminación, en donde se retiran los trajes especiales, los cuales son desechados, y se sanitiza el vehículo y al personal.

“Una vez que concluimos los traslados tenemos un protocolo de descontaminacion muy bien instalado, y las ambulancias que concluyen los traslados de inmediatamente regresan a la base, no hacen escalas de ningún tipo. La ambulancia pasa directamente a la zona de contaminación que tenemos ahorita, donde se utilizan diferentes productos; hay una ducha de descontaminación para el personal, pasan a la zona, se les aplican estos productos, desvisten todo el traje de protección que se desecha, no se reutiliza, y después se descontamina el vehículo y la cápsula de traslado”, expuso.

 

LEG