El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció ayer un plan de rescate financiero de 8 mil millones de euros (8.8 mil millones de dólares) para la industria automotriz francesa, misma que ha sido severamente afectada por el Covid-19.
El anuncio se dio durante una visita del mandatario a una planta de la compañía francesa de equipo para autos eléctricos Valeo, en Etaples, al norte del país. “Un golpe a la industria automotriz es un golpe a la identidad francesa”, dijo Macron.
El rescate incluye mil millones para fomentar la compra de autos eléctricos hechos en Francia. La medida será en forma de apoyos económicos de hasta 7 mil euros para que los ciudadanos puedan comprar un auto eléctrico francés con mayor facilidad.
En abril, las ventas del sector cayeron cerca de 90% en comparación con abril de 2019. Por lo mismo, desde el 11 de mayo se empezaron a relajar las medidas en plantas automotrices a lo largo del país, tras dos meses de cierre. “Nuestro país no sería el mismo sin sus grandes marcas: Renault, Peugeot, Citroen”, agregó el galo.
Más allá de las ventas, el plan de Macron busca proteger los 400 mil empleos que genera el sector en su país. Dicho rescate se suma al pago de nóminas de unos 250 mil empleados de la industria que asumió el Estado francés en semanas pasadas.
Los 8 mil millones anunciados no incluyen el préstamo de 5 mil millones de euros a Renault que durante días se ha estado negociando entre el Palacio del Elíseo y esta empresa en la que el gobierno francés tiene el 15% de las acciones.
En este sentido, horas antes del anuncio en Etaples, Macron se reunió con representantes industriales y sindicales para continuar las pláticas del rescate específico de Renault. El propio Macron ha dicho que, de aprobarse, el préstamo debe usarse para mantener las operaciones de dos plantas cruciales para la marca.
Por su importancia e historia, la industria automotriz es un tema sensible en Francia. En días pasados, Macron sufrió la salida de siete parlamentarios de su partido en la Asamblea Nacional, perdiendo la mayoría que tenía desde 2017. Por ello, un plan visto como insuficiente para la industria podría generar nuevas críticas al presidente.
AR