En abril pasado, la balanza comercial de mercancías fue fuertemente deficitaria, al registrar un saldo negativo de 4 mil 293 millones de dólares, luego de que en febrero registró un superávit de mil 456 millones, destacó la calificadora HR Ratings.
Este cambio se explicó por el efecto de las medidas de distanciamiento y el paro de labores, derivado de la pandemia tanto en México como en Estados Unidos.
Argumentó además que el impacto fue muy severo en las exportaciones manufactureras, especialmente en el sector automotriz, lo cual muestra su correspondiente alto nivel de valor agregado nacional.
En contraste, y a pesar de la caída en los precios del petróleo, el déficit petrolero mostró una disminución, al ubicarse en mil 286 millones de dólares, luego de que en febrero el saldo negativo se ubicó en mil 693 millones.
Lo anterior, indica que México ya es un importador neto, en términos de valor de hidrocarburos y, por ende, una caída en sus precios no representa el impacto negativo en el balance comercial que hubiera mostrado hace menos de 10 años.
Para la firma, se ha comentado mucho de la falta del estímulo fiscal por parte del gobierno federal de México, a pesar del deteriorado entorno de la economía, pero es importante notar que el fuerte estímulo fiscal por parte de Washington podría ayudar a compensar la notable política de austeridad de México.
Gracias a esta política fiscal, a pesar del alto nivel de desempleo, el ingreso personal de los estadounidenses aumentó fuertemente en abril comparado los meses anteriores. El problema, es que, debido a la política de aislamiento y la incertidumbre en el futuro, el resultado fue un fuerte incremento en el ahorro personal y no en el gasto.
Por lo tanto, existe la posibilidad de que en los próximos meses, al terminar el periodo de aislamiento, el consumo vuelva a registrar un fuerte incremento, beneficiando las importaciones de origen mexicanas, lo que podría ocurrir en el tercer trimestre, añadió la calificadora en un reporte.
fahl