En la tradición catolica el Jueves de Corpus Christi, mismo que en México se conoce como el Día de las mulas, se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección de Cristo y fue instaurado por el papa Urbano IV desde el año 1264.
El origen del Jueves de Corpus Christi
Surgió en 1208 en plena Edad Media, cuando una religiosa de nombre Juliana de Cornillon promovió la idea de celebrar una festividad para honrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que supuestamente se encuentra en la eucaristía.
Se celebró por primera vez en 1246 en la diócesis de Lieja, en Bélgica, y obtuvo un mayor impulso y difusión para establecerse como fiesta litúrgica en 1263, cuando un sacerdote celebraba misa en una iglesia de Bolsena, en Italia, y al romper una hostia de ésta brotó sangre.
El Día de las Mulas
Sobre por qué es el Día de las Mulas hay dos versiones: la leyenda católica que dice que una mula se arrodilló ante la Sagrada Eucaristía que le presentó San Antonio de Padua, hecho que logró que un infiel se convirtiera al catolicismo.
Otra versión alude a las mulas como los animales clave para transportar todos los elementos que se ofrendaban en la fiesta y que formaban parte de la peregrinación.
En México, el Jueves de Corpus Christi, también llamado “Día de los Manueles” o “Día de las mulitas”, se da a partir de la evangelización en la Nueva España, cuando los misioneros españoles trajeron consigo las tradiciones de la Iglesia Católica al Nuevo Mundo y las difundieron entre la población indígena.
En el marco de este festejo, los indígenas que vivían en el exterior de las ciudades acudían a las catedrales urbanas acompañados por burros o mulas. Estos animales cargaban huacales con los alimentos necesarios para el viaje, además de las ofrendas del diezmo y otras mercancías que vendían en la feria local.
Esta solemnidad tomó mucha importancia en México debido al carácter oficial que le dieron los soberanos y el pueblo, como ratificación del estrecho nexo existente entre la jerarquía eclesial y el gobierno civil.
Esta tradición perdura en la actualidad aunque de una manera peculiar, donde los fieles disfrazan a los niños con la ropa tradicional de los indígenas campesinos. También se acostumbra vender figuras de barro o palma que representan a las mulas en el exterior de los templos. Con información de Mexico Desconocido
aarl