La justicia británica comenzó a examinar ayer a quién reconoce como presidente de Venezuela, Nicolás Maduro o Juan Guaidó, paso previo para decidir sobre la devolución de mil millones de dólares en oro depositados en el Banco de Inglaterra y reclamados por motivos humanitarios.
Las audiencias, celebradas por videoconferencia debido a la pandemia de coronavirus, deben durar un máximo de cuatro días y se desconoce si el juez del juzgado comercial de la Alta Corte de Londres tomará una decisión inmediatamente después de concluirlas.
El Banco Central de Venezuela (BCV), presidido por Calixto Ortega, se querelló en mayo ante dicho tribunal para recuperar más de 30 toneladas de oro que tiene depositadas en las cámaras acorazadas de la institución británica y asegura necesitar en una emergencia humanitaria para luchar contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Pero el Banco de Inglaterra afirma verse atrapado entre esta junta directiva del BCV y otra rival, nombrada por Guaidó, al que medio centenar de países -incluido el propio Reino Unido-, consideran presidente interino de Venezuela hasta que se puedan celebrar elecciones fiables.
Por eso, antes de abordar la cuestión de la devolución del oro, el magistrado decidió que se determine, en esta causa a parte, a quién reconoce el tribunal como legítimo representante de la república venezolana, propietaria última de los lingotes.
El nombramiento de una junta alternativa del BCV por Guaidó “tiene un cierto carácter de Alicia en el país de las maravillas”, afirmó el abogado de Ortega, Nick Vineall, quien dedicó el primer día a argumentar que el Reino Unido “reconoce inequívocamente” al Gobierno de Maduro pese a considerarlo ilegítimo: “El reconocimiento de un gobierno no tiene nada que ver con su aprobación”, afirmó tajante.
LEG