Sin cubrebocas, en pants, pijamas y con niños y perros en brazos, miles de personas abandonaron sus casas en plena pandemia de Covid-19 debido al sismo de 7.5 de magnitud que cimbró a la Ciudad de México.
Alrededor de las 10:30 horas, la alerta sísmica sonó en los altavoces de la capital del país y en los celulares de quienes tienen activada la aplicación del 911, movilizando a la mayoría de las personas fuera de sus casas y trabajos, pues las experiencias de los terremotos de 1985 y 2017 han fortalecido la cultura de la prevención en la CDMX.
Debido a que el epicentro ocurrió en Crucecita, Oaxaca, de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN), las ondas del temblor tardaron en llegar a la capital desde que sonó la alerta sísmica.
“Tardó tanto en llegar el sismo desde que sonó la alerta que pensamos que era una falsa alarma, pero de pronto se empezó a mover todo”, declaro Rafael Cano, habitante de la alcaldía Tláhuac.
Por su parte, Diego Bustamante, habitante de la torre Nomad Mitikah, en Coyoacán, afirmó que “de plano aquí, en el piso 14, no intentamos evacuar, sé que la torre tiene mucha seguridad, pero se sintió horrible”.
Posterior al sismo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que se activaron todos los protocolos y anunció una videoconferencia de prensa a las 12:30 horas.
Mientras suela Policía capitalina realizó sobrevuela con helicópteros del agrupamiento Cóndores para verificar si hubo daños en la ciudad.
Sin embargo, el saldo preliminar solo fue una barda caída en la colonia Roma.
abe destacar que el terremoto de 7.1 del 19 de septiembre de 2017, en el que cientos de casas y edificios sufrieron daños, tuvo un epicentro en Puebla; por ello, pese a que el sismo de este martes fue de magnitud mayor (7.5) no se reportaron daños graves en la CDMX.
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