La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que los solicitantes de asilo rechazados en procedimientos expeditos no tienen derecho a impugnar su expulsión en un tribunal federal, una decisión celebrada por el Gobierno de Donald Trump, pues coincide con sus promesas de campaña y objetivos.
El fallo, apoyado por siete de los nueve jueces de la Corte, favorece a la administración Trump, que busca acelerar la expulsión de miles de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera con México.
“¡GRAN TRIUNFO para el presidente Donald Trump en inmigración en la Corte Suprema por un amplio margen de 7 a 2!”, tuiteó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
El caso enfrentó al Departamento de Seguridad Interior (DHS) con Vijayakumar Thuraissigiam, un miembro de la minoría étnica tamil de Sri Lanka que, tras ser arrestado en 2017 en California a metros de la frontera mexicana, solicitó asilo aduciendo persecución en su país.
Thuraissigiam dijo que había sido secuestrado y torturado por funcionarios gubernamentales que amenazaron con matarlo. Pero oficiales de migración en Estados Unidos dijeron no encontrar “un temor creíble” que le impidiera regresar a Sri Lanka y por lo tanto fue puesto en el proceso de “expulsión acelerada”.
La legislación estadounidense permite deportar a extranjeros de forma expedita si son detenidos dentro de las dos semanas de su ingreso al país y están a menos de 100 millas de una frontera terrestre. Si la persona solicita asilo, sin embargo, su caso es evaluado por funcionarios del gobierno, no judiciales.