A pesar de que la liquidación del Banco Ahorro Famsa es un caso aislado, se debe de reforzar la vigilancia por parte de las autoridades financieras para detectar de manera oportuna las irregularidades que otras instituciones pudieran presentar en sus índices de capitalización, reservas o morosidad, afirmó Marco Carrera Santa Cruz, consultor independiente.
En entrevista con 24 HORAS, el también exvocero de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) consideró que debido a los recortes por las medidas de austeridad en dependencias y órganos
descentralizados del Gobierno, se pueden estar excediendo las responsabilidades que ahora menos funcionarios deben cumplir, lo que puede poner en riesgo una supervisión al sistema financiero.
“La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que tradicionalmente lo ha hecho bien, en últimas fechas se ha visto excedida en sus actividades y con poca gente para hacer esas funciones. En esas disposiciones de supervisión y medición adecuada sí habría un riesgo de que no se tuviera la lupa para dar el seguimiento adecuado a otras instituciones”, explicó.
Agregó que si bien no se percibe actualmente un daño sistémico en los bancos en el país, se debe extremar la cautela en la operación de cada institución y fortalecer la capacidad de seguimiento para revisar cómo evolucionan sus carteras.
Recordó que las señales de alerta en los bancos pueden reflejarse cuando no se tenga un alto nivel de capitalización, que no genere utilidades y que tenga un elevado índice de morosidad.
AR