El Manchester City, suspendido dos años por la UEFA por no respetar las reglas del Fair-Play Financiero (FPF), fue autorizado este lunes por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) a jugar competiciones continentales, por lo que sus propietarios pueden continuar soñando con ganar la Champions.
“Manchester City no disfrazó sus contratos de patrocinamiento pero fracasó en cooperar con la UEFA”, la instancia que rige el fútbol europeo, explica el TAS en su decisión.
El club, propiedad del jeque emiratí Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahayan y entrenado por Pep Guardiola, fue condenado solamente a pagar una multa de 10 millones de euros (11 millones de dólares) a la UEFA, en lugar de los 30 millones de euros inicialmente decididos por la confederación.
La UEFA acusó al City de inflar los ingresos por sus patrocinadores vinculados a Abu Dhabi United Group, empresa del propietario del club, para cumplir con las estrictas regulaciones del FPF entre 2012 y 2016.
En un comunicado difundido casi el mismo tiempo que el fallo del TAS, Manchester City “se felicita de las implicancias de la decisión de hoy, que convalida su posición y el conjunto de pruebas que pudo presentar”.
Desde que el jeque Mansour compró la entidad hace 12 años, el papel del City en el fútbol inglés y continental cambió, dejando a un lado su tradicional rivalidad con el United para convertirse en una potencia de la Premier League, ganando cuatro campeonatos ingleses en la última década (2012, 2014, 2018 y 2019) y dos FA Cups (2011 y 2019), más títulos que en los primeros 100 años del club.
Sin embargo, el ambicioso proyecto emiratí fracasó por ahora en la Champions.
– Respiro para Guardiola –
En febrero, la decisión de la UEFA de privar al City de una de sus principales fuentes de ingresos había supuesto una conmoción en el mundillo futbolístico.
El año pasado el aporte económico de la Liga de Campeones al faraónico presupuesto de los Citizens fue de 93 millones de euros (105 millones de dólares) solo en derechos televisivos, a lo que habría que añadir los ingresos por partidos y patrocinios ligados a la competición.
La pérdida de esta cantidad abría interrogantes sobre la posibilidad de mantener un efectivo del máximo nivel, aunque Guardiola había asegurado que continuaría sin importar la decisión del TAS.
En su mejor momento a los 29 años, el belga Kevin de Bruyne sí había deslizado que sería complicado quedarse si no podía disputar la Liga de Campeones durante dos años.
– Falta de pruebas concluyentes –
Durante su enfrentamiento con la UEFA por el FPF el City nunca ha variado su actitud desafiante. Instantes después de que la confederación europea tomara la decisión de excluirle, el club inglés había calificado el procedimiento de “parcial”.
“El problema parece ser más la política y menos la justicia”, dijo el presidente del ‘holding’ que controla el club, Ferran Soriano, poniendo en cuestión la objetividad de la comisión de control financiero de los clubes (ICFC), que había condenado al club por hechos que la entidad ha negado todo este tiempo.
Además, siempre han mostrado confianza en una decisión favorable. “Estamos preparados y creo que tenemos el derecho de jugar la Liga de Campeones porque queremos seguir en el terreno los próximos años”, declaró Guardiola el 4 de julio.
En un comunicado ofrecido este lunes la UEFA tomó “nota” de la decisión del TAS, que estimó “no tener suficientes pruebas concluyentes para confirmar todas las conclusiones del tribunal (de primera instancia) en este caso específico y numerosas violaciones que se alegaron habían prescrito debido al plazo de cinco años previsto por el reglamento de la UEFA”.
“Estos últimos años el FPF ha jugado un papel importante en la protección de los clubes y de su viabilidad económica”, afirmó la UEFA, subrayando que sigue comprometida “con sus principios”.
fahl