El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación asignó y turnó la impugnación de la coalición Movimiento Progresista a la comisión encargada de analizar la validez de la elección presidencial formada por los magistrados Constancio Carrasco, Salvador Nava y Flavio Zavala.

 

El juicio tiene el número SUP JIN 359/2012 y los documentos aportados por el Movimiento Progresista para sustentar su inconformidad fueron entregados a los magistrados; el IFE entregó un informe circunstanciado que hace referencia a los datos de la elección presidencial y sus respectivas pruebas documentales.

 

El Tribunal recibió 58 cajas cerradas, dos paquetes, 24 legajos, dos parrillas, 10 CD, dos mil 870 fojas y una credencial para votar con fotografía con las que tratarán de probar que la elección no fue libre ni auténtica como establece el Artículo 41 de la Constitución mexicana.

 

Con esta formalización, el Tribunal Electoral dispone de poco más de mes y medio para determinar la validez de los comicios del pasado domingo 1 de julio.

 

En su sesión ordinaria, el pleno del Tribunal decidió que el promocional del PRI llamado Charolazo no calumnió al ciudadano Luis Javier Creel, quien impugnó el spot ante el Instituto Federal Electoral y el órgano multó al partido con 545 mil 710 pesos por haber dañado la imagen del ciudadano.

 

El proyecto de sentencia fue presentado por el magistrado Flavio Galván y se aprobó de manera unánime. Los magistrados centraron su discusión en el análisis del promocional en el que una voz en off que señala que en 2012 “vuelve a suceder” y se muestran imágenes de René Bejarano recibiendo dinero y después se alude a la cena en casa de Creel en la que asesores de Andrés Manuel López Obrador solicitaron donativos para la campaña presidencial de los partidos de izquierda.

 

Los magistrados coincidieron en que Creel fue anfitrión de una cena en la que se hicieron planteamientos en torno a las campañas y la descripción de esos hechos que se hace en el spot no lo calumnia, tampoco le imputa ningún hecho delictivo, ni tampoco un hecho falso.