La iniciativa privada continúa en la crítica hacia los insuficientes recursos para enfrentar la pandemia del coronavirus, ya que se sigue debilitando el potencial de crecimiento y desarrollo económico del país para los próximos años.

Es así que el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) alertó que la situación de las finanzas públicas refleja la nula respuesta fiscal del Gobierno para enfrentar los efectos de la contingencia sanitaria.

En su análisis semanal, el organismo consideró que México va “a contrapelo” de las decisiones que han tomado otros países, dado que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el objetivo principal de mantener sus programas asistenciales y proyectos de inversión prioritarios, en vez de hacer frente con mayor determinación a los estragos sanitarios.

Recordó que el incremento en el gasto corriente con destino social está “naturalmente dominado” por crecimientos significativos en los programas insignia como “Jóvenes construyendo el futuro”, “Sembrando vida”, entre otros, en donde la mayoría de ellos no cuentan con reglas de operación, ni padrones transparentes.

“Más importante, todos fueron diseñados y presupuestados antes de que se conociera la epidemia del Covid-19, por lo que ignoran las fuertes y trágicas necesidades sociales derivadas de la misma. La profundidad de la crisis de empleo, ingresos y actividad, así como el consecuente aumento de la pobreza asociados a la crisis económica y sanitaria debería ser el principal objetivo de la naturaleza y alcance de los programas sociales en la actualidad”, subrayó.

Así, reiteró que se deben destinar más recursos a la salud y asignarlos de manera eficiente con el objetivo de solucionar la situación financiera del sector, puesto que en junio pasado el gasto programable en salud tuvo una disminución anual de 52.1% en términos reales y la reducción acumulada en el primer semestre fue de 8.6%, cifra menor al del mismo lapso del año pasado.

También precisó que se corre el riesgo de que la educación a distancia sea otro factor de desigualdad, gracias a que muchas familias no cuentan con las computadoras o teléfonos inteligentes suficientes, o con servicios de internet, para atender las clases.

Ante ello, el organismo del sector privado consideró que “la mayor prioridad” tiene que ser el dirigir mayores aportaciones monetarias al rubro educativo y así dotar de los medios necesarios la educación a distancia, con materiales digitales, para los niños y jóvenes que carecen de ellos.

LEG