"¿Por qué no me deprimo? Por que cuando quiero hacerlo ya me dio sueño"
Alfredo Joyner
Llegó a Monterrey y lo subieron a la ambulancia, tenía que reportear heridos, accidentes y denuncias, pero aunque no le entusiasmaba demasiado ver sangre y dolor, a Alfredo Joyner le parecía el mejor acercamiento del periodismo a las vivencias personales. Así, cada nota la escribiría como sería su sello en 19 años de profesión: precisa, clara, equilibrada y veraz.
Eso ocurrió en julio de 1993, cuando comenzó su carrera en el periódico El Norte, de Monterrey, recién salido de la licenciatura de Periodismo en la UNAM (FES Aragón). En ese momento había sido seleccionado de entre decenas de jóvenes aspirantes a integrarse al equipo de reporteros que, meses más adelante, se convertirían en cofundadores del diario Reforma, donde permanecería más de siete años.
La vocación de periodista era su médula, algo que no sólo mostraba en sus trabajos sobre corrupción, guerrilla, inseguridad o narcotráfico, sino su carácter de persona íntegra, afable y sencilla, con visión y enorme capacidad de empatía que le permitía comunicarse con víctimas y victimarios, sin escala entre los más humildes o funcionarios empoderados.
Alfredo fue un periodista que quiso cambiar al mundo, que detestaba la corrupción y la injusticia, que se conmovía con los indefensos y se enojaba ante las soberbia de la autoridad.
Trabajó como reportero y editor en Milenio, El Independiente, El Centro, El Universal, Notimex y Animal Político. En cada uno ofreció un periodismo creativo y sólido, también en cada uno potenció el área de información de Justicia, algo que consideraba fundamental para que el lector comprendiera un mundo muchas veces ajeno.
También fue twittero y bloggero en www.seguridadjoyner.blogspot.com, además de profesor de jóvenes universitarios a quienes enseñó a respetar el oficio.
Llegó en octubre de 2011 a 24 HORAS, el tercer diario que fundó en su carrera, con el optimismo a flor de piel, manteniendo el sueño de desenmascarar a los corruptos y hacer una sociedad mejor. Construyó en este diario la sección Justicia, con paciencia y dedicación, con alegría y fortaleza.
Apenas unas semanas atrás la UNAM le notificó que en agosto iniciaría con un pequeño grupo de estudiantes la Maestría en Política Criminal. Para ser un profesional, decía, hay que actualizarse y estar delante de nuestras fuentes, observaba.
Era hombre de amigos, de bromas, de entusiasmo y de sueños. Un periodista que no estaba dispuesto a ceder en su trabajo honesto y desafiante. Nunca rechazó un reto en lo profesional y en lo personal.
Peleó hasta el final. Esos fantasmas que se nos pueden instalar en el cuerpo sin saber cómo ni porqué, terminaron con decenas de sueños y proyectos en la madrugada de ayer.
El pasado 6 de julio le habíamos celebrado sus 41 años.
Esto opinan algunos de sus compañeros y amigos
“Tenía una capacidad sorprendente de sortear todo lo que te encuentras a la hora de reportear diario con gente que obstaculiza”
Icela Lagunas
Reportera Diario Reporte Índigo
“Fue un compañero, casi un hermano. Siempre de buen humor, nos levantaba a todos. Nos deja un hueco en el corazón”
Cinthya Rodríguez
Periodista
“Un buen amigo, un gran periodista, inteligente y prudente. Me enseñó que hay que ser prudentes en el periodismo. Era de las personas que todos queríamos. Es una persona que nos va a dejar mucho que reflexionar”.
Omar Sánchez de Tagle
Subdirector de Animal Político
“Sufría el periodismo porque no le gustaba transmitir dolor, era un periodista de los que construye de a poco. Sus bromas, la burla y la ironía eran sus formas de sobrevivencia para que no lo frustraran o doblaran. Era muy solidario”
Idalia Gómez
Coeditora de Justicia de 24 HORAS
“A Joyner no quedaba de otra que aprenderle; no había tema que le pareciera menor: víctima que no mereciera justicia o un asunto que la gente no mereciera entender. Era pulcro serio. Sabiéndose un profesional siempre dudaba en cada historia: ¿cómo ves esto?, ¿cómo verías si…? "
Martha Ramos
Directora Editorial de 24 HORAS
“Tenía la cualidad de ser jefe y amigo al mismo tiempo. Cuando uno sentía que el mundo se le cerraba, él siempre te daba la indicación precisa. Muchos llevan las cosas malas al trabajo; él al revés, llevaba las cosas positivas”
Arturo Ángel
Reportero de 24 HORAS